Último capítulo
Fue el destino, tal vez. No creía que fuera coincidencia.
No podía ser coincidencia. Las coincidencias no eran tan buenas.
Tenía trabajo el día de mañana. No podía quedarse a dormir allí. Pero…
Entonces por qué tenía la absurda necesidad de dormir abrazado a Yoongi?
Le pidió a la señora Min que si podía dormir con él y ella le dijo que sí. Sorprendentemente ella también se quedó en la habitación. Durmió en una silla y Jungkook durmió al lado de Yoongi, abrazándolo, dándole calor.
***
Algo despertó a Jungkook esa noche y en un principio había creído que había sido su imaginación.
- Jungkook.
Su nombre en aquella voz que tanto le gustaba. Mm. Parecía un sueño.
- Jungkook. – Repitió esa voz, y en esa ocasión estuvo acompañada de un pequeño y débil empujón en su brazo.
- Mm. – Ronroneó abriendo sus ojos con pesadez.
Yoongi estaba mirándolo, sonriendo.
- Yoongi? – Soltó con sorpresa. Su voz era un susurro nada más. – Estás bien?
Yoongi asintió. Aunque se veía igual de terrible que cuando lo trajeron, al menos estaba consciente.
- Qué pasa? Ocupas algo? Quieres… agua? Salir a tomar aire?
- Jungkook… – Repitió y Jungkook le puso atención. Estaba demasiado alucinado con la idea de que Yoongi estuviera despierto y hablándole que no podía reorganizar sus pensamientos.
- Qué, Yoongi? Dime. Aquí estoy.
- Ya no tengo miedo. – Le confesó con felicidad.
Jungkook sonrió.
- Me alegro.
- Estaré bien. Y tú también estarás bien, verdad? Mi mamá…
- También estará bien. – Le dijo Jungkook besando su frente cuando notó la mirada llena de pánico en Yoongi.
- Cuídala por mí. Por favor.
- Lo haré. – Prometió. – Está en buenas manos. Tú sabes que está en buenas manos.
- Gracias.
Jungkook lo observó. Yoongi no dijo nada durante minutos y Jungkook estaba enloqueciendo. No quería perder a Yoongi. Era injusto. La vida era injusta. La muerte era injusta.
Empezó a llorar en silencio para no despertar a la señora Min o a Yoongi.
Todavía odiaba llorar.
Cuando lloraba sentía que la vida se burlaba de él.
Mira nada más como te arrebato lo que más quieres, Jeon Jungkook.
Mira como mato a tu madre.
Mira como destruyo a tu padre.
Mira como mato a tu novio de la forma más lenta y dolorosa posible.
- Jungkook. – Escuchó su nombre una vez más.
- Dime. – Dijo Jungkook limpiándose las lágrimas.
- Dos días antes de regresar a casa sentí que moriría solo. – Confesó con la voz temblorosa. – Sentí que iba a morirme y pensé en ti y en tu sonrisa y en tu voz y… – Esbozó una sonrisa. Jungkook estaba conteniendo el aliento porque si no lo hacía temía ponerse a llorar y arruinar ese momento. – Me salvaste esa primera vez.