- Espera, sí me sé una canción. Um... Va algo así... – Dijo Yoongi una noche. Jungkook se estaba poniendo cursi y bobo y ahora cada noche antes de dormir le cantaba canciones de cuna a Yoongi, quien sólo se reía y decía 'esto estará sepultado en mis más oscuros secretos. Mi novio cantándome canciones de cuna. Ah, lindo'. Jungkook lo había retado a que hiciera lo mismo, pero al parecer Yoongi no se sabía muchas canciones de cuna.
- Cómo va? – Insistió y Yoongi se mordió los labios. El famoso tic que significaba que no estaba seguro de que decir. – Dime. Soy yo, hey. Soy Jungkook. Soy tu novio y por certificado debo deleitarme con tus más bajos comportamientos. Es como... no sé, la regla más importante de un noviazgo o algo así.
- Tus comentarios son tan crueles a veces. – Dijo Yoongi de buen humor. – Estoy tratando de recordar cómo va la letra. Mi mamá casi nunca me cantó canciones de cuna.
- Y tu papá?
Yoongi lo observó durante un rato.
- Nunca conocí a mi papá.
Oh.
Jungkook suponía que era el momento perfecto para hablar sobre el tema, pero no quería arruinar la buena vibra que había en el ambiente. Tampoco sabía qué decir para aligerar las cosas.
- Me sé una canción pero no es exactamente una canción de cuna. – Soltó Yoongi para romper el hielo. Jungkook agradeció que lo hiciera porque el ambiente se estaba poniendo incómodo con una rapidez sorprendente. – Es como... una canción de esas que te enseñan en el kínder. Está bien así? Una canción de kínder es aceptable?
Jungkook sonrió y besó su mejilla.
- Sí. Una canción de kínder es aceptable.
- No me la sé muy bien, así que... sshh, no te burles.
- No lo haré. – Prometió Jungkook, divertido.
- De acuerdo. – Dijo Yoongi aclarándose la garganta. – Se llama El Lobito Bueno. – Anunció y Jungkook juntó sus palmas, emocionado. – Soy terrible cantando, si te burlas me cubriré con las mantas y no saldré de ellas en mucho tiempo. – Advirtió ya sonrojado.
- Anotado. Sólo... canta.
Yoongi asintió y se tomó su tiempo.
- Había una vez... un lobito bueno al que maltrataban todos los corderos. – Empezó y la sonrisa de Jungkook creció por lo lindo y tierno que lucía/sonaba Yoongi cantando con ese tono de voz. – Y había también una bruja hermosa y un pirata honrado. Todas estas cosas había una vez... cuando yo soñaba el mundo al revés. – Finalizó sonrojado y con mucha pena por lo que acababa de hacer.
Jungkook sonrió hasta que las mejillas le dolieron.
- Estuvo bien? Cómo te pareció a ti? Merezco un premio? O sólo canté por honor a los hombres a los que sus malvados novios les hacen hacer cosas vergonzosas? – Preguntó.
Y la sonrisa de Jungkook tembló. Inmediatamente le dio la espalda a Yoongi.
- Qué pasa? – Preguntó Yoongi, preocupado.
Jungkook no contestó, pero Yoongi sabía que algo no andaba bien. La espalda de Jungkook lucía tensa, como si estuviera forzándose a no hacer algo que su cuerpo inevitablemente haría en cualquier momento.
- ¿Kook? – Se acercó a él colocando la palma de su mano en uno de sus omoplatos. – ¿Kookie? – Probó y la espalda de Jungkook se contrajo casi con dolor. – Oh...
Jungkook estaba llorando.
Yoongi rodeó el cuerpo de su novio de inmediato y comenzó a repartir besos en la parte trasera de su cuello en un vano intento por relajarlo. Jungkook lloró lo que se había reprimido desde que su madre había fallecido.
