Penúltimo capítulo
Entender las palabras de un médico por lo general era difícil. Usaban palabras complicadas y demasiados términos médicos. Pero lo curioso era que cuando hablaban en tu idioma al dar una mala noticia, no los entendías.
Ja.
Enserio.
‘No hay nada que podamos hacer. El cáncer está muy avanzado y si seguimos con la quimioterapia, además de ser inútil, sólo lastimará su cuerpo’.
Qué?
‘Lo sentimos’.
Qué??
Jungkook sentía que había oído mal. Acaso acaban de darse por vencidos? Acaso acababan de condenar a muerte a su novio? Así nada más? Con esas palabras?
De ninguna manera.
Y la señora Min, qué diablos? No había dicho nada, se había quedado de pie al lado de Jungkook con sus brazos cruzados y una mano cubriendo su boca como si eso fuera lo mejor que podía hacer.
Jungkook quería golpear a ese médico.
Y lo hizo.
***
Tuvo problemas a causa de ello. Llegó la policía y lo trataron un par de horas como un criminal y la señora Min continuaba sin decir nada. Interrogaron a Jungkook; quizá no lo trataron tan mal como Jungkook había sentido pero oh dios mío, odiaba todo en ese momento y esos malditos policías lo estaban asfixiando con sus arrugados rostros y sus sonrisas cínicas y sus insignias y sus estúpidos uniformes.
Ellos querían hablar con los padres de Jungkook. Querían que su padre o su madre fueran hasta ellos para darles un sermón y quizá muy dentro de ellos deseaban que les aventaran con un par de billetes porque esos polis lucían corruptos. Jungkook no dijo nada. Su padre no se aparecería por esos rumbos aunque se lo pidieran al Dios de los alcohólicos. Aunque… pensándolo mejor quizá aparecía si le decían que lo invitarían a beber.
Un par de horas después su padre entró por la puerta y oooh wow, estaba sobrio. Y lucía preocupado. Muy preocupado.
Ah, y su hermano venía también. Y Caroline.
A Yoongi no le hubiera gustado esto, pensó Jungkook, y entonces sonrió un poco y sus ojos amenazaron con derramar lágrimas cuando se dio cuenta que había pensado en Yoongi en tiempo pasado. Como si ya hubiera estado muerto. Como si ya hubiera fallecido en su cabeza y oh dios oh dios.
Jungkook elevó un brazo para tocar a su padre y su padre puso sus manos en sus hombros y…
Puf. Jungkook rompió en llanto.
***
Los policías lo dejaron ir sin darle ningún sermón o pedir dinero a cambio. Tal vez les dio lástima verlo llorar. Quién sabe. Jungkook estaba de regreso en el hospital y la señora Min lo estaba tomando de la mano.
- Vamos a estar bien. – Le dijo y Jungkook la miró con asombro. Ella había estado presente en el momento que su padre amablemente se había quedado a su lado para después marcharse luego de quince minutos. La señora Min no había visto sólo el acto en sí. Ella había notado la mirada desahuciada en Jungkook. Había notado en sus ojos que Jungkook no quería que su padre se retirara, y wow. El hecho de que ella fuera capaz de notar eso y hacérselo saber con una sola mirada y un apretón de manos le voló la mente a Jungkook.
- Sí. – Dijo nada más y volvió a mirar hacia la pared.
***
Jungkook no sabía nada sobre enfermedades como el cáncer. Sabía lo básico: Te mataban. Célula por célula. Ah, y no había cura. Eso era lo que sabía. En la escuela habían tomado un curso de salud y había aprendido de momento los síntomas y demás, pero jamás se imaginó ver a dos de las personas más queridas en su vida sufrir así.