Su jefe le pidió que entregara algunas cosas a otro de los locales que tenían y Jungkook hizo caso sin hacer preguntas, que era como Jungkook trabajaba (eso lo hacía un buen empleado, le había dicho Chung-hee). Cuando se dio cuenta que pasaría frente al hospital se arriesgó y le echó un vistazo a la sala de espera.
Yoongi no estaba. Claro que no estaba. Todavía estaba perdido en Perdidolandia, el lugar exclusivo para las personas imaginarias y los artistas misteriosos y fracasados.
Oh.
Artistas...
Quizá Yoongi le había hecho caso y había comprado caballetes y había mostrado sus pinturas y lo habían hecho famoso? Eso sonaba bien.
Y era posible.
- Hey, hacía mucho que no te miraba. - Dijo una de las enfermeras. Jungkook le sonrió y asintió. - Te puedo ayudar en algo?
- Mm... - Y si se arriesgaba a preguntarle por Yoongi? alias Mi Amigo Imaginario? No creía que la enfermera se sorprendiera demasiado por su locura. Seguramente había lidiado con cosas peores. - Estaba buscando a... un amigo.
- Yonguie? - Preguntó. Jungkook entrecerró sus ojos tratando de averiguar si hablaban de la misma persona.
- Yoongi. - Dijo Jungkook.
- Oh, sí. Yoongi. El chico de pocas palabras- Jungkook frunció el ceño. Por qué las enfermeras conocían a Yoongi? Jamás lo había visto charlar con ellas.
Luego soltó un suspiro lleno de alivio. Al menos Min Yoongi no era imaginario. Eso ya era ganancia.
- Sí. Yoongi... Él... Ese es mi... um, mi amigo.
- Oh... creo que... a ver... Rose? - Llamó a otra de las enfermeras. La tal Rose volteó hacia ellos, sonriente. - No sabes qué ha pasado con Yonguie?
Jungkook volteó los ojos al oírla llamarlo asi por segunda ocasión.
- Terminó la semana pasada. - Respondió con amabilidad antes de continuar caminando hacia alguna de las habitaciones.
La enfermera que tenía enfrente sacó un bloc de notas y escribió algo en la primera hoja. Después se la tendió a Jungkook sin dejar de sonreír.
- Visítalo. - Dijo. - Por favor.
***
De acuerdo... esto era incómodo.
Por qué le habían pedido que lo visitara? Y por qué había hecho caso? Jungkook tenía cosas que hacer. Tenía que llegar a su casa para asegurarse de que su hermano estuviera allí. Pero la verdad era que Jungkook estaba ansioso por escuchar la voz de Yoongi y por verlo. Ni siquiera dudó en seguir la dirección en la hoja amarilla que le había dado la enfermera. Contó los minutos que le faltaban para salir del trabajo y casi corrió en busca del departamento donde vivía Min.
Tocó con rapidez y la puerta se abrió con rapidez también.
Ah. Min.
Min Yoongi.
Dios mío. Era real.
- H-hey... - Saludó Jungkook agitando sólo un poco su mano derecha suspendida en el aire.
Yoongi sonrió y le cedió el paso.
Jungkook lo miró durante un rato, dudando.
Se veía diferente. Se veía más... Delgado. Muy delgado. Pero increíblemente aún más atractivo. Su mandíbula ahora era marcada y sus clavículas sobresalían. Sus brazos. Uh. Brazos. Sus brazos lucían... bien....Atractivos como todo en Yoongi.