¡Kiki!

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Para cuando Miho se levantó el sol había salido nuevamente. Había dormido un día más. Se dio un largo y merecido baño. Bajo a la cocina donde encontró a Shun preparando el desayuno -¡Miho!- Shun se había sorprendido totalmente al verla de pie a un par de metros de él

-Hola, Shun- Miho le sonrió y Shun le correspondió igualmente con una sonrisa. Ya que Miho llevaba la máscara que solo cubría la parte superior de su rostro Shun pudo apreciar su sonrisa

-¡Me alegra que hayas despertado!- Shun se había preocupado demasiado al saber que no había despertado en tres días y no había sabido nada hasta ese momento

-Y a mí me alegra que estés bien- Miho lo decía de verdad. Saber que tuvo una batalla contra él y estuvo inconsciente por dos días la preocupaba mucho

-No tienes que preocuparte tanto- Shun le volvió a sonreír- Creo que frente a ti quedamos como unos novatos- Shun se había sentido de esa manera al saber que la batalla termino muy pronto. Y aunque no tenía la intensión de lastimarla, no había sido del todo bondadoso con ella

-Ya vez no. Los dioses me protegen- Shun empozo a reír y Miho lo siguió después. Miho lo había dicho por accidente, pero se había escuchado muy gracioso -¿Te ayudo?- más que pregunta sonó a afirmación

-No, gracias. Tu siéntate, yo lo hago- Shun se había negado inmediatamente, no sabía cuál era el estado de salud de Miho y aún estaba preocupado

-De verdad, ya me siento mejor- Miho había intuido lo que le preocupaba a Shun y quiso hacerle saber que no se preocupara

-Si insistes- Shun sabía que si se volvía negar Miho se molestaría, no tuvo más opción que permitirle ayudar, aunque algo de ayuda no le vendría mal

-¡Miho!- la mencionada volteo un poco para ver a Kiki, aunque este ya se había acercado casi completamente a ella -¿ya estás bien? ¿Te sientes mal? ¿Te duele algo?- Kiki siguió bombardeándola con preguntas de ese tipo y Miho se sentía aturdida de tanta pregunta

-Kiki…- le llamo Miho esperando que le hiciese caso, pero su esperanza se derrumbó al seguir escuchándolo preguntar sobre su salud -¡Kiki!- Miho “levanto” la voz para que Kiki la escuchara. Kiki guardo silencio abruptamente y Shun casi se cae del susto al escuchar gritar a Miho – Si estoy bien, en perfectas condiciones- Miho suspiro después de decir esas palabras. –Gracias por cuidarme

-no fue nada, Miho- Kiki se relajó cuando escucho las palabras de agradecimiento de su amiga.

-Si lo fue, no tenías por qué hacerlo y lo hiciste

-También hiciste algo similar por mí. Aunque te sentías culpable- Kiki quería hacerla entender que no había sido para tanto, que solo hizo lo que ella hizo una vez por él

-y aun lo hago, aun me siento mal por eso- Miho recordó por qué Kiki le decía eso y se sintió mal

-Una simple gripa no mata a nadie- Kiki le restó importancia a sus palabras haciendo sonreír a Miho

-Lo sé, pero nadie quita mi culpa, si yo no hubiera insistido en continuar el entrenamiento ese día, no hubieras enfermado- Kiki le sonrió para dejar ese tema –Eres un buen amigo. Lo sabes, ¿cierto, Kiki?

-¿Aunque hayas gritado el día en que nos conocimos?- Kiki rompió el momento emotivo que se estaba generando con Miho

-¡Kiki! ¡Ya te he dicho que lo siento!- había cambiado el sentimentalismo de Miho por sus reclamos. A Kiki le encantaba molestarla con respecto a ese día, era una oportunidad que raramente dejaba pasar y en esos momentos la aprovecho para evitar que Miho se pusiera demasiado sentimental

La Etapa Del Caballero [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora