Prólogo.

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Prólogo.

El comienzo

Hermione caminaba sin colocar mucho cuidado por donde pisaba, era el primer día de compras en la calle diagon, al fin, sus útiles escolares, su uniforme, sus mascotas, en fin, compraría todo lo que le faltara y lo que no, porque así era su vida, comenzaba una nueva etapa, al lado de sus padres.

-Hermione, es por acá.-dijo su madre con cara de "merlín dame paciencia", la castaña acepto con gusto y se dirigió a la tienda de "Vestimenta y uniforme de madame Loker", donde comenzaron a tomarle medidas para su uniforme, el que claro estaría llevando una grandiosa serpiente, porque era obvio, a simple vitas ella quedaría en esa casa, nada la detenía, además porque era costumbre familiar quedar en Slytherin, si no fuera así, su padre, el señor Granger la estaría menospreciando por quedar en cualquier otra casa.

Sonrió con suficiencia como le recordaba su madre, y se postro quita para que la señora Loker tomara sus medidas y fuera a por sus cosas. Una campana aviso que unos nuevos clientes entraban a la tienda, por pura curiosidad, Hermione observo por el espejo, viendo a una familia de rubios platinados, el cual, tenían un hijo igual o algo mayor que ella, que sonreí y apreciaba todo con sumo amor. -¡Mamá, mamá!-le llamo el pequeño a su madre que gustosa fue a mirar que quería.-Esto es genial.-ella asintió y lo abrazo, tomando así su mano y comenzaron a atenderlos.

-Quédate quieta señorita Granger.-hablo la madame Loker pues Hermione se había distado tanto con aquel rubio que hizo dañar el trabajo de la pobre señora de cincuenta años o más, con canas en su pelo y arrugas por su rostro. Observo a su padre quien la miraba rabioso, ella no se le tenía permitido ni siquiera observar a otras personas que fueran inferiores a ella, y no era de esperarse, pues aquella familia, no más por su vestimenta se sabía que eran gente de pocos recursos, a Hermione nunca le importo ese estatus de la maldita sangre, ella solo quería ser amigos en su primer año en Hogwarts, pero era claro que su padre no se lo dejaría tan fácil. –Termine.-aviso la madame para irse con su padre a cuadrar dinero.

Hermione salió de la vista de sus progenitores para poder observar más de cerca aquel niño, quien estaba tan emocionado que la cara no le aguantaba su inmensa sonrisa. Su túnica era gris al igual que la de ella, era obvio que también comenzaría su primer año en Hogwarts, así que sonrió, talvez llegaran a ser amigos.

-Hola querida.-saludo la señora mayor de los rubios, quien tenía una sonrisa cálida y agradable.- ¿también vas a entrar a colegio de magia? –Hermione sonrió , pues rara vez escuchaba la palabra "colegio", ella prefería institución de magia, o escuela de magia, entonces supo porque su padre la miro con ganas de tragársela, eran inferiores por más que le diera igual a la castaña, su padre no demoraría en hacer escándalo.

Sangre Pura >Dramione< ∆PAUSADA∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora