¿Y si todo fuera al revés? Piénsenlo. El apellido Granger fuera una de las mejores familias sangre pura de todos los tiempos. Y el apellido Malfoy, fueran solo sangre sucia...¿Como afectaría esto en la historia?
Aviso, se basa mas en la vida de Her...
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Capítulo dieciocho.
Hermione y Draco pararon al frente de la sala, escucharon cuchicheos y risas desde el comedor. Hermione se encontraba devastada, de verdad no quería ni siquiera cruzar palabra con algún habitante ni ser humano. Draco intentaba transmitirle todo el amor que a ella le faltaba, pero no era suficiente.
-No quiero cenar. ¿me disculpas con tu madre? -pregunto la castaña ida.
-Claro. -correspondió el Muchacho. -Déjame te acompaño a la habitación. -se ofreció.
-Descuida. Se caminar por mi misma.
Hermione no intentaba ser grosera con el, pero definitivamente no estaba en todos sus cabales para siquiera soportar a alguien. Había visto su madre demacrada, enferma, solitaria, siendo fuerte por las dos....¿y ella que había echo? Claro, salir, pasear, de un lado a otro y ni siquiera se había puesto a pensar en el puto armario evanescente.
Lastimosamente debía pasar por el comedor para llegar a las escaleras, se llenó de valentía, solo cruzará, saludara, y subirá a toda prisa. Mañana agradecería subirá hospitalidad y saldría de allí rumbo a Hogwarts para poner el plan en marcha con Zabini.
Camino con la frente en alto, el rubio le seguía los pasos detrás de ella. Pero ambos quedaron estáticos al ver la morena comiendo gustosa en aquella mesa.
-Hermione. -saludo amable con una sonrisa torcida En su rostro.
Vil víbora.
-Astoria. -fingió la castaña, pues sabía que nadie en esa casa sabía lo acontecido con ellas dos, ni sabían sobre la muerte de Parkinson, hasta el más inocente como lo era Malfoy.
-¡Jean! -saludo Altair.
Lambemicas.
-Altair. -fingió la más grande sonrisa que se pudo ver en su rostro.
-¿Se conocen? ¡espectacular! -chillo Narcissa.
-Si...-confirmo Hermione.
-Pasa, pasa, querida,ya te paso tu cena.
Claro que pasaría a cenar, no dejaría que esas vil víboras quedarán solas y menos con el pobre Draco.
Se sentó al lado de la mayor Malfoy, Draco al otro lado de ella, le seguían Altair y Astoria. Cada quién se miraba como si fuera una guerra, se mataban con miradas y con gestos. El pobre Draco no sabía que hacer. ¿Porque le tocaba siempre con la más dura de roer?
-¿Y cuéntame Hermione, muy amiga de Astoria? -pregunto Altair con la más mínimo descaro.
-OH si. Tu vieras, ¿cierto All? -le coloco apodo "All" para que fuese más creído.
