¿Y si todo fuera al revés? Piénsenlo. El apellido Granger fuera una de las mejores familias sangre pura de todos los tiempos. Y el apellido Malfoy, fueran solo sangre sucia...¿Como afectaría esto en la historia?
Aviso, se basa mas en la vida de Her...
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Capítulodiecisiete.
Hermione se terminaba de arreglar, habían pasado ya un día y ella debía ir a ver a su madre antes de volver a Hogwarts.
Tomó simple ropa negra, cepillo su melena en una cola alta y maquillo mínimo para tapar las ojeras a causa de la preocupación. Draco había acordado en acompañarla, estar lejos, pero estaría con ella. No la dejaría sola en algo tan importante.
Narcissa estaba contenta pues su hija menor había acordado venir a cenar con una vieja amiga, y era bienvenida en la familia.
Draco toco la puerta de la chica, y entro. Vio como Hermione se encontraba parada al lado del elfo Kreacher, quien tenía semblante serio.
-¿Listo? -pregunto Hermione.
-Si. -confirmo Draco mientras le mandaba una sonrisa de fuerza, el Kreacher sonrió complacido por ayudar a la señorita Jean y por ver al fin a la señorita Granger.
Ambos se tomaron de las manos y el elfo los condujo a uno de los tantos pasillos secretos que contenía la mansión.
Hermione sintió el jalón de ombligo, pero no era nada comparado con las ansias de poder ver a su madre con vida.
-Hasta aquí los puedo acompañar, señorita Granger. -hablo Kreacher mientras se despedía con una medio sonrisa de la castaña, ella asintio y el elfo desapareció inmediatamente.
-¿dónde se supone que estamos? -pregunto Draco asombrado, pues jamás había estado en una casa, o mejor, mansión, de tal magnitud.
-Pasadizo directo a mi habitación. -sonrió con melancolía. -Vamos, entre mas rápido, menos tendrán tiempo de atraparnos. -el rubio asintio con la cabeza y comenzaron a caminar por el largo Pasadizo cubierto de telarañas, oscuro y de mal olor.
La puerta de madera oscura choco con ellos, Hermione freno y la abrió despacio con varita en mano, atenta a cualquier cosa. Draco detrás de ella.
-¡Expelliar...!
-¡Mamá! -grito Hermione mientras se acercaba a la pobre mujer que se encontraba tirada en el suelo con varita en mano.
-¿Hija? -pregunto ella sin poder creérselo, Draco quedo pasmado por ver tan demacrada la pobre mujer...Lo que contaba Hermione quizá no era nada comparado con lo que ahora veían sus ojos.
La mujer de no más cuarenta años, tirada en el suelo, la ropa sucia y rota en algunos lados, sus mejillas chupadas y bolsas debajo de sus ojos. Sus labios perdían brillo y estaban cortados. Cicatrices en unas partes del brazo de la mujer y el cabello enmarañado sin sentido alguno.
