–Hoy apoyamos a Ravenclaw –Oliver miró a Jack mientras se dirigían al vestíbulo, el partido comenzaba dentro de poco.
–Eso explica tu atuendo tan azul –comentó Jack, riendo–. Solamente falta que te pintes la cara y el cabello para que seas de un solo color.
– ¡Oliver! –la voz sorprendida de Alicia lo recibió en el vestíbulo, estaba junto con el resto del equipo, menos su cazadora rubia.
–Te tomaste al pie de la letra el venir de azul –soltó entre risas Fred, que llevaba un suéter del color representativo de Ravenclaw–. Apuesto a que tu ropa interior también está de ese color.
Él evitó sonrojarse, por suerte podría admitir sin culpa que sus calzoncillos no eran azules.
–Solamente porque no tiene de ese tono, si no apuesto que se los habría puesto –Jack se metió en la conversación después de saludar a todos los miembros presentes.
Angelina, Alicia, Harry y los gemelos estallaron en carcajadas, atrayendo la atención de los estudiantes que pasaban a toda velocidad por su lado para el campo de quidditch.
–Eres un exagerado, Wood –Angelina llevaba solamente unos pantalones de mezclilla, al igual que Alicia–. Dijimos "algo azul", no "ven todo de azul".
Harry asintió con la cabeza, apretando con fuerza la bufanda del color en cuestión para ahogar las carcajadas causadas por el aspecto del capitán.
–Hola –saludó una voz a sus espaldas, Oliver se volvió con rapidez para encontrarse con la mirada sorprendida de Katie, ella estaba usando un suéter de Ravenclaw y una bufanda con el símbolo de Hufflepuff.
–Eso no combina –comentó Alicia segundos después.
Katie se sonrojó un poco.
–Bueno, recuerden que quiero que Ravenclaw gane por nosotros, pero mi novio es el capitán de Hufflepuff y debo de apoyarlo aunque sea un poco, ¿no?
Oliver apretó los puños ante las palabras de la cazadora, la fulminó con la mirada, pero ella no le estaba prestando atención, se mordía el labio mientras miraba con nerviosismo a su alrededor.
–Vamos ya –dijo Harry, ansioso, haciendo que Oliver apartara la vista de Bell con un respingo–. El partido está a punto de comenzar.
Los demás de dieron la razón y los gemelos se adelantaron.
–No te ofendas, Ollie –dijeron al unísono–. Pero no queremos que te vean llegar con nosotros.
Oliver frunció el ceño mientras los demás lo adelantaban riendo, Katie fue la única que se quedó a su lado y eso lo puso un poco nervioso, no olvidaba el extraño impulso de besarla que había tenido la noche anterior.
– ¿Crees que exageré? –le preguntó, mientras salían del castillo.
Su cazadora lo miró fijamente por unos segundos antes de retomar la marcha.
–Sí –dijo finalmente, él iba a abrir la boca para replicar algo pero Katie lo interrumpió–. Pero, honestamente, no me sorprende. Tú nunca dejas las cosas a medias. Es una de las cosas que te hacen un muy buen capitán y jugador de quidditch.
Oliver se hinchó de orgullo, las palabras de la chica habían hecho que su incomodidad desapareciera. El campo de quidditch estaba tan cerca que podían escuchar los gritos de los estudiantes.
–El partido ya empezó –comentó ella, segundos después.
–Sí.
– ¿Y no te importa? –su voz sonaba incrédula.
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Flotando entre quidditch
FantasyCuando Katie va a Hogwarts supone que lo más difícil será encontrar amigos o la posibilidad de quedar en Slytherin, pero nunca imaginó que tendría que lidiar con su primer enamoramiento, ¿lo peor? El chico de sus sueños es un despistado amante del q...