Outtake 2: Katie Bell

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–¿Cómo puede ser que rechazara a Alicia? –masculló un Oliver furioso que caminaba sin fijarse por dónde iba, pero no importaba, ¡el recién nombrado capitán de quidditch había rechazado a Alicia Spinnet! Una chica que jugaba muy bien en el puesto de cazadora y que se complementaba a la perfección con Angelina Johnson. Por suerte había aceptado que ésta última hiciera la prueba, aunque a regañadientes–. Ni siquiera le dio una oportunidad para demostrarle lo que sabía.

Y eso era lo que más le enfurecía, simplemente él la había rechazado diciendo que "tener muchas mujeres en un equipo traía mala suerte". ¡Mala suerte! ¡Cómo si fuera eso posible! Sabía que el estar en ese lugar cuando debería dirigirse a su siguiente clase le traería problemas más adelante, pero... ¡¿Cómo no estar enojado?!

Aunque sus pensamientos se detuvieron de forma abrupta cuando sintió como chocaba contra algo mucho más pequeño que él. Lentamente vio como la chiquilla a la que había empujado salía, literalmente, volando hacia atrás. A pesar de su enfado tuvo que aguantar la risa que pugnaba por salir de sus labios, se acercó a la pequeña, tendiéndole la mano para ayudarla a levantarse.

–Lo siento –se disculpó–. Estaba distraído.

Ella ignoró su mano mientras se ponía de pie.

–Creo que lo noté –masculló con una voz ligeramente enojada y Oliver no pudo evitar reír, aunque también estaba un poco aliviado de que la pequeña no le gritara por haberla lanzado de una manera tan descortés.

La chiquilla levantó la cabeza y Oliver se enfrentó a unos ojos cafés que lo miraban con atención, se sintió un poco incómodo por lo que dirigió la vista hacia su uniforme, se llevó una grata sorpresa al descubrir a qué casa pertenecía.

–Eres Gryffindor –afirmó, mirándola con curiosidad, debía ser nueva, pero no se le hacía conocida, no recordaba haberla visto en el banquete de bienvenida, aunque, honestamente, se había limitado a discutir con el capitán sobre las pruebas del equipo.

–¿Tú? –ella le ofreció una sonrisa amable.

Él asintió, para confirmar que ambos eran orgullosamente unos leones.

–¿No estás muy pequeña para estar por aquí? –preguntó segundos después, se le hacía un poco extraño que vagara por ese pasillo sola.

–Me perdí –confesó en un susurro avergonzado, provocando que Oliver volviera a reír, divertido.

–Es raro aquel que no se llega a perder en este castillo, así que no te avergüences, muchas veces encuentras atajos o conoces gente nueva, como en este caso –la miró nuevamente mientras escondía una sonrisa pues había recordado la forma tan espectacular en la que se perdió en su primer semana de clases–; por cierto, ¿a dónde tienes que ir?

–Encantamientos.

–Te acompaño –se ofreció, deseoso de conocerla un poco más, tenía curiosidad por su persona.

–¿Seguro?

–Me queda de paso –se encogió de hombros, era cierto, por suerte no era tan tarde y no se ganarían un castigo, comenzó a caminar al mismo tiempo que le hacía una seña inconfundible para que lo siguiera, cosa que hizo sin vacilación. Eso casi le arrancó otra sonrisa, significaba que confiaba en él. Pero tenía que hacerle la pregunta más importante.

–¿Te gusta el quidditch?

Escuchó un bufido disgustado y sus esperanzas cayeron en picado. No. No le gustaba y eso que empezaba a agradarle esa pequeña.

–La pregunta ofende... eh... –su tono de voz de dijo algo muy diferente. Amaba ese deporte.

–Oliver Wood –musitó, mirándola. Sí, le encantaba, la sonrisa que esbozaba era sincera y entusiasmada.

–Oliver –la voz de la chiquilla lo sacó de sus pensamientos–. Katie.

Katie debía ser su nombre, pero en la forma en la que lo había dicho parecía el segundo.

–¿Oliver Katie? –preguntó. Definitivamente le caía bien para intentar bromear con ella, que, increíblemente, se carcajeó, quedándose ligeramente retrasada.

–Me llamo Katie Bell –dijo cuando volvió a colocarse a su altura, Oliver la miró, esbozando una sonrisa divertida.

–Katie Bell –repitió, siguiendo con su caminata, no sabía la razón, pero le encantaba su nombre.

Hablaron un poco de quidditch hasta que la dejó frente a su salón. Le alborotó el cabello a modo de despedida.

–Nos volveremos a ver, Katie, algo me dice que nos llevaremos muy bien –musitó antes de dar media vuelta para ir a su salón, por lo que no pudo ver el sonrojo de la niña y su suspiro mal disimulado.

._.

¡Hola!

Y éste es el último outtake que escribí de la historia (: 

Podría ser considerado como el fin definitivo, no he escrito más sobre este fic. Sólo tengo un capítulo más, pero es un final alternativo, donde Katie termina con Cedric, no sé si les gustaría que se los subiera... Me avisan, por favor n.n

También he pensado en borrar todos los one shots que tengo de ellos dos para ponerlos todos en una misma historia, porque tengo otros que son capítulos únicos, ¿qué les parece? Así cuando tenga uno listo (porque yo escribo casi one shots, rara la vez historias largas como ésta) lo subiré ahí y ustedes ya sabrían que no tendría continuación y, cuando se me ocurra una con más de dos capítulos, la subiré aparte, ¿les gusta la idea? Si es así me pondré en ello durante esta semana

Ufff... Nota de autor larga...

Y, por último, ¡muchísimas gracias a todas las personas que se tomaron el tiempo para decirme cuánto les gustó mi primer fic! :'D Y es por eso que les dedico este capítulo (final final), son de lo mejor

Abrazo de panda mafioso (con todo mi amor)

Missannie


Flotando entre quidditchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora