5, 4, 3, 2, 1... Manten la calma y respira.
Se repetía él esmeralda una y otra ves cada ves mas rápido, pero no funcionaba, su respiración fallaba y no podía articular ninguna palabra de auxilio, las palabras de su mejor amigo lo impactaron demasiado.
Sin poderse levantar, lleva su mano al pecho y otra a la garganta, cierra sus ojos con fuerza, la gente pasa mirándolo y frunciendo su ceño pero no se detienen a socorrerlo.
La sociedad es una mierda.
Alguien lo toma de la mano con fuerza y con la otra palmeando su espalda.
-Vamos Gee respira- sus oídos emiten un leve zumbido, pero aun así logra distinguir esa voz, sus ojos se abren encontrándose con la mirada preocupada del avellana. Si no estuviera muriendo, sonreiría ampliamente.
Frank comienza a respirar con él ayudándole a mantener su respiración normal, Frank no era doctor, Frank no era mago y mucho menos tenía poderes, pero aún así con su sola presencia logró mantener estable al esmeralda, sólo tomándole la mano.
Él rostro de Gee se relajó y él de Frank un poco despreocupado, él esmeralda le regalo su mejor sonrisa antes de hablar.
-Gracias- susurró mirándolo a sus hipnotizantes ojos.
-¿Que paso?- pregunta él avellana.
-Uff nada importante- su mirada se clava en él suelo y comienza a jugar con él pasto, recordando las palabras de su mejor amigo.
Él avellana toma él rostro del esmeralda obligándolo a mirarlo, Gerard sonríe de lado tratando de no mirarlo, Frank se acerca un poco mas, sus respiraciones se vuelven una misma, sus miradas se conectan, El avellana mira con deseo los labios entreabiertos del esmeralda, anhelando poder besarlo, pero esa barrera lo detiene, no puede.
Lo piensa un segundo, no lograría resistirse, él esmeralda igual mira sus labios anhelando poder sentirlos sobre los suyos, ansioso de que la magia comience, ¿Que hacia? Eso era correcto comienza a darle vueltas al asunto, pero algo lo detiene provocando que todos sus pensamientos se esfumen con él viento que en ese momento soplaba bastante fuerte asiendo danzar sus rojo cabello, los sueves y húmedos labios del avellana atrapan los de él, en un beso mágico, algo que jamas había sentido se forma en su estomago, sus labios se mueven en una perfecta sincronía, todo desaparece a su alrededor, solo es él y su pequeño chico.
La falta del necesitado oxígeno interrumpe él beso, sus labios se separan lentamente, Frank observa al esmeralda aún con los ojos cerrados pero con una gran sonrisa.
Y es cuando todo cobra sentido, cuando los pensamientos del avellana comienzan a invadirlo.
-Me tengo que ir- típica frase no creen? -Lo siento- susurra incorporándose y comenzando a caminar. Abandonando al esmeralda con su rostro neutral sin expresar lo sorprendido que se encuentra, el esmeralda observa tocando sus labios como se aleja él avellana, como se aleja él chico que le a regalado uno de sus mejores besos.
Deja escapar todo el aire retenido, y acaricia sus cabellos jalandolos un poco, emocionado pero al mismo tiempo confundido, una gran sonrisa se escapa de él seguido de un sonoro suspiro.
5, 4, 3, 2, 1... Manten la calma y respira.
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