Sus ojos arden de tanto llorar, tantas preguntas por hacer pero este descubrimiento lo ha arruinado todo de una manera irreversible, es como haber oprimido él botón de «reiniciar», sin saber que hacer ni que decir. Simplemente sin saber que podrá pasar.
Niega, ruega y hace añicos todo lo que esta a su paso, dilemas apuntó se resolver para que esto lo arruine todo. Limpia sus lágrimas dispuesto hacer algo pero ¿Que? Ir a buscarlo para decirle ¿Que?, buscar una solución pero a ¿Que? Si no sabe con exactitud que es lo que le pasa a su avellana, y una parte de él no quiere saberlo.
Apesar de estar destrozado, se pregunta lo que siente hacia él avellana, ¿Amor? Que es eso exactamente, él esmeralda no tiene un historia muy bueno refiriéndose al amor, salir al cine y tomar un helado eso no le apetecía mucho.
Pero él amor cambia hasta al mas frio hombre de piedra.
Sale de casa ignorando por completo a su hermano acurrucado con Ray, le había restado importancia hace días pero no se animaba a decirlo, como juzgar cuando tu eres igual.
Pero el esmeralda no entendía mucho de amor, pero era experto en follar a cualquier zorra que se cruzará en su camino.
Los días cada vez eran mas fríos, un poco de nieve adornaba las calles era una hermosa vista y sin duda una estación de las favoritas para todos debido a las fechas que pronto se celebrarán, regalos y comida era de lo que últimamente hablaba Donna. Pero para él era sólo un día más, cenar como normalmente lo hacían todos los días, abrir un regalo con esa falsa sonrisa al igual que en un cumpleaños, simplemente él no veía la felicidad por ninguna parte desde que Elena su abuela falleció, desde entonces en cada fecha especial faltaban las galletas que sólo ella sabia preparar.
Con boletos en mano, toma él autobús con rumbo a casa de Frank, boletos para un partido de baseball Dodgers vs Astros sin duda un partido importante.
La puerta esta frente a él, trata de no darle vuelvas al asunto y así sin mas llama a la puerta. A los pocos segundos Frank abre, tiene unas débiles ojeras, esta un poco mas delgado y viste unos pantalones de algodón negros y una playera del mismo color, su cabello esta alborotado, antes de mirarlo suelta un largo bostezo.
Levanta la mirada, sus ojos se abren a tope, parpadea unas cuantas veces antes asegurándose que es real, que él chico esmeralda esta frente a él y no es una alucinación por sus medicamentos.
-Hola- dice en un hilo de voz, después aclara su garganta ya que su voz en un poco aguda. -¿Que haces aquí?- dice débilmente.
Gerard trata de pensar algo razonable, no creía y un no puede creer él comportamiento de Frank, un "Largo" y un fuerte portazo estaba seguro que iba a recibir, pero no, él avellana apoyado en la puerta con rostro neutral esperando por una respuesta es lo que tiene enfrente.
-Vine a... - tartamudea y se balancea sobre sus pies -Invitarte al baseball- dice finalmente no muy seguro de sus propias palabras.
-¿Baseball?-pregunta inseguro, pareciera como si no recordará nada anteriormente, Gerard lo nota y es obviamente que no sacaría a relucir él tema.
-S-si- murmura, es increíble como ese pequeño chico provoca los nervios y ansias del esmeralda a un nivel indescriptible.
-Esta bien- susurra, y es cuando las mariposas comienzan a revolotear nuevamente en él plano y trabajado estómago del esmeralda.
Aun sin entender muy bien la situación, se encuentra sentado esperando al menor para poder partir, en definitiva él avellana estaba serio, distinto, pero porque, dejaría atrás él tema, ¿Porque ahora? Cuando antes se forzaba para apartar a Gerard de su vida.
Era que Frank no recordaba lo sucedido...
La puerta se abre sacando a él esmeralda de sus confusos pensamientos, no se anima a preguntar o dejarlo pasar, lo último que quiere es que Frank lo bote y lo saque a gritos de su casa, pero todo eso cambia cuando Frank pregunta:
-¿Porque hasta ahora me buscas?- preguntó en un susurro terminando de colocar su sudadera azul claro.
Él esmeralda parpadeo varios segundos analizando la pregunta.
«Porque me corriste a gritos de tu casa».
Quiso decir pero se contuvo, no entendía él que de la pregunta, que era exactamente lo que quería escuchar en avellana, o era que no recordaba nada.
Confuso.
-¿Como?- es lo único que dice, para continuar con la conversación, quiere saber la repuesta a toda costa.
-No me has buscado durante días - murmura -Y nose él porque de tu ausencia- se incorpora, Gerard lo mira incrédulo desde su sitio, era verdad no recordaba aquella mañana en la que descubrió notitas en todas partes con la función de recordarle hacer lo que cotidianamente todos tenemos que hacer.
Y ahora ignorando cualquier pregunta a toda costa, sólo se dedica a pensar que responder, no exigía ni estaba enfadado sólo dolido por su ausencia, una punzada de felicidad lo invadió al saber que lo extrañaba al igual que él lo extraño.
-Lo siento- susurró acercándose peligrosamente a él.
Y tal parece que con esa simple frase pero llena de arrepentimiento sincero bastó para aquel pequeño chico, pues pronto acortó mas la distancia, refugiándose en los brazos del mayor, su mejilla en su pecho con sus ahora iluminados ojos cerrados, torpemente Gerard le respondió apoyando su barbilla en la parte superior de la cabeza del chico, más que feliz.
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Hola :D
Espero les guste, perdón por la tardanza :')
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