Porque te amo

Corto (especial II)

La noticia llegó con un balde de agua fría. 

Fernanda sabía que su padre estaba enfermo pero no creía que esto podía pasar. Tenía esperanzas. Fe. 

Lo primero que sintió cuando se entero que su padre Ramón había fallecido aquella mañana fue culpa. Los últimos días no había ido a visitarlo. Luego llego el dolor, la tristeza absoluta. La última familia que le quedaba había muerto. Miro a su lado y allí estaba Ramiro, tendiéndole la mano; ahora solo le quedaba él. Lo era todo, y ahora más que nunca. 

Bruno había llamado horas antes para avisarle que iban a quedarse unos días más en Nueva York. Fernanda, aún desconociendo lo de su padre, le dijo que estaba bien, que aprovecharan, suponía que su primo tenía algo con Micaela y le parecía bien, le gustaba la pareja. 

Cuando se entero de la muerte de Ramón dudo si avisarle a su primo, pero decidió dejarlo disfrutar con Micaela, total, ya no podía hacerse y dar una noticia así por teléfono solo iba a empeorar las cosas. 

Ramiro se ocupó de todo, desde el funeral hasta de velar por el bienestar de Fernanda. Si Carla no lo conociera bien hasta le creería todo el teatro que estaba haciendo de novio abnegado, pero ella sabía como era Ramiro en verdad. También sabía que cuando se enterará que Fernanda no era la heredera de Ramón se le iba a caer la careta que mantuvo por años. Iba a disfrutar cada instante de la miseria de Ramiro, miseria que se merecía por jugar como lo hizo con Fernanda.