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Bruno suspiro.

- Fue un día difícil, y recién empieza. Me voy a mi departamento, necesito pensar Micaela- le dijo él antes de agarrar las llaves de su auto y salir.

Cuando vio a su reciente marido salir, cayó en el sillón llorando desconsolada como una nena de 5 años.

Su celular empezó a sonar. Ni siquiera era necesario ver para saber quién la estaba llamando.
Mica decidió no contestar y dejo que su celular sonará y sonará. Hasta que finalmente se dio por vencida y atendió.

- No estoy para esto - Fue lo primero que dijo al presionar al botón verde.

- ¿Podes explicarme porque carajo te casaste con Bruno? - le reclamó Ramiro furioso. - ¿Estás sola?

Micaela se tomo su tiempo para responder para tranquilizarse y dejar de sollozar. - Ramiro di por finalizada cualquier tipo de relación que nos unía.

- Fue una discusión de pareja Micaela, todos la tienen. No por eso van a casarse ese mismo día con otro - respondió él como si le hablará a una criatura que no entendiera.

- Quiero estar con Bruno. - Le dijo ella pero Ramiro fingió no escucharla y siguió hablando.

- Nos amamos Micaela. Hicimos las cosas mal desde el comienzo pero ahora podemos remediar todo y estar juntos como una pareja normal. - Insistía él - Cuando te divorcies y tengas acceso al 50% de la fortuna podemos viajar por el mundo. Recorrer todos los lugares que queramos.

- Tener una relación sana - pensó Micaela en voz alta y aunque haya sido solo un murmullo, Ramiro la escuchó.

- Sí mi amor. - le afirmó él. - Te amo, me amas. Nos hacemos bien.

Pero no. Micaela sabía que no se hacían bien.

Ramiro le hacía mal. La convertía en un ser despreciable y ella ya no quería ser eso.

Ramiro y ella nunca iban a tener la relación sana y feliz que ella deseaba.

Porque te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora