"No le temas al amor"

Capítulo 14

La tensión en el aire se hizo latente, un hombre esperaba respuestas a su pregunta, mientras que el otro hombre se preguntaba que hacia él ahí. Maria estaba petrificada, el solo escuchar la voz de Esteban había hecho que su cuerpo se tensara y que sus piernas no respondieran. Quiso voltear y preguntarle directamente que hacía en su casa, pero su padre llegó a interrumpir.

-Esteban! -Saludó Ricardo, sonreía al hombre que había volteado a su saludo. -Que bueno que ya llegaste hijo. -Maria que recién había logrado voltear, tenía el ceño fruncido ante la efusividad de su padre al saludar a Esteban.

-Señor, como se encuentra? -Preguntó Esteban al mismo tiempo que estrechaba la mano del padre de Maria. -Lo veo muy recuperado.

-Si hijo, la verdad es que ya me siento mucho mejor... Pero no se lo vayas a decir a mi mujer, porqué si no... No hay quien la aguante. -Ambos hombres rieron. -Estoy dejando que piense que aun estoy delicado, para que no ande volviéndome loco, como de costumbre. -Esteban sonreía mientras Maria incrédula, buscaba respuestas mirando a su padre. 

-Maria, podemos conversar? -Esteban tensó la mandíbula y volvió su mirada hacia donde se encontraba ella y Javier.

-Si... Claro, acompañame. -Decía Maria respondiendo la pregunta de Javier. Esteban la miró estupefacto y la tomó del brazo al ver que iba irse con Javier.

-Que haces Maria? -Ella nerviosa se soltó de su agarre.

-Tu y yo tenemos que hablar, pero primero atenderé a Javier... -Esteban la observaba sin entender nada, sin embargo no podía evitar admirar su belleza. Estaba realmente hermosa. Maria que lo miraba, vio su mirada y al tratar de esquivarla bajó su mirada hacia su atuendo. 'Estaba vestido de novio'!!? Se preguntó. -Que haces aquí Esteban?

-Como que, que hago aquí? -Ricardo que observaba la situación, llamó a Javier y éste sintiéndose ignorado se acercó a él. -Será mejor que te vayas, no quiero verte cerca de ella. -Murmuró Esteban mientras Javier pasaba por su lado. Maria abrió los ojos como platos y Javier volteó hacia él.

-Tú no me dices a mi que debo hacer. -Dijo con voz dura. Esteban sonrió amargamente y lo miró con fastidio.

-Yo no te puedo decir que hacer... es cierto, pero si puedo mantenerte alejado de mi mujer. Tú no eres bienvenido en este lugar y mucho menos en ésta ocasión. -Maria molesta, se puso delante de Javier y le dijo a Esteban.

-El que no es bienvenido en mi casa, eres tú. No se que haces aquí, no me interesa saber quien te invitó, solo te voy a pedir que te retires. -Dijo con voz temblorosa. Esteban sonrió y miró a Ricardo que estaba muy confundido.

-Al parecer su hija tiene ganas de jugar... Porqué no se encarga de este hombre y deja que yo haga lo propio con su preciosa hija. -Musitó mientras la tomaba del brazo.

-Por supuesto hijo, Javier acompañame por favor.

-Señor disculpeme, pero vine por Maria. Necesito conversar con ella... -Esteban enfurecido volteó hacia él y lo tomó de las solapas de su traje.

-Mira imbécil, estoy siendo muy paciente contigo, deja de molestar a mi mujer. Largate ahora mismo de aquí. -Maria corrió a jalar a Esteban.

-Esteban sueltalo, sueltalo Esteban. -Gritaba ella.

-No me das miedo Esteban San Roman, podemos arreglar esto afuera. Mira que llevo bastante tiempo queriendo partirte la cara. -Masculló Javier.

-Me parece perfecto, vamos. A ver quien le rompe la cara a quien. -Musitó entre dientes Esteban.

-Por favor... Sueltense, papá has algo!

-Esteban, que sucede? -Dijo Dionisio que se acercaba con Leticia.