Querido agapi.

Fall

Creí que desde la última carta escrita, ya te había superado, pensé que había dejado a un lado lo nuestro, pero no funcionó.

No es preciso decir que volví a caer. A veces mi corazón no recuerda todas las veces que caí, y todas las veces que me dañó, sin siquiera afrontar que hizo mal. Pero he entendido que no lo afronta porque no sabe lo que quiere. Ni siquiera está dispuesto a luchar por lo nuestro, a dejarlo todo; cuando yo estaría dispuesta a perderlo todo por él.

"Ese es el problema del amor entre humanos, nunca se sabe si éste será correspondido".

El problema está en que en el fondo de mi ser, me gusta que me mienta, mi corazón aún no procesa que él se rindió y decidió recorrer el camino más sencillo, dejarme. Este ingenuo corazón no acepta que el cambió, que no es el chico del que me enamoré, mi parabatai.

¿Qué es lo difícil? Lo difícil es afrontar la realidad. Bajarme de la nebulosa generada por sus mentiras, sin que ésta me lastime en el proceso.

Es tan jodido amar tanto a una persona y que esto no tenga poder alguno para hacer que se quede.

Es tan jodido como un rostro puede hacerte amar hasta que cada partícula de tu corazón sufra, hasta que ya no quede nada. Como ese jodido rostro puede ser la razón de tu felicidad y a la vez causarte tanto dolor.

¿Cómo puede ser tú hogar y al mismo tiempo desatar un infierno en ti?

¿Cómo puede calmarte y ser tu tormento a la vez?

No puedo decifrar cuántas veces me ha resguardado en sus brazos, pero sí puedo contar las veces en la que me ha dejado sola en un callejón sin salida gritando su nombre. Sintiendo como cada punzada perfora mi piel a un nivel sumamente doloroso.

Cuando le permito entrar otra vez a mi corazón y se lleva todo a su paso... Lo único que deja son más cicatrices de por medio, más dolor, más vacío.

Definitivamente debe creer que soy nueva en esto, que puede manejarme a su antojo. Pero maldición, he visto todo esto antes.

"Y cada vez que me lastimas, lloro menos. Y cada vez que me dejas, más rápido se secan estas lágrimas. Y cada vez que te vas lejos, menos te amo. Cariño, no tenemos otra oportunidad. Es triste, pero es cierto... Soy muy buena para las despedidas"