Perdonar es el resultado de la aceptación.
Te perdono, te perdoné el día en el que imaginaba tú futuro y no me veía forzada a aparecer en él.
Te perdoné cuando comprendí que nuestros destinos no estaban cruzados.
Te perdoné cuando bajé la guardia, cuando acepté que la culpa no fue sólo tuya ni sólo mía, fue de los dos.
Fue necesario perdonarme a mí misma primero, tanto como lo fue amarme. Porque debí hacerlo antes de intentar perdonarte.
Tantas hojas cubiertas con tinta que necesité para expresar lo que siento, no hacen justicia a todas las noches desde hace quince meses que me culpé por tu partida.
Hoy, puedo liberar esa carga. Aunque el amor y el dolor que siento por ti, sigan abarcando cada rincón de mí.
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Querido agapi.
RomancePor esas cartas que nunca llegaron a tus manos. Por esos sentimientos expresados en ellas que tú nunca lograste leer. Por todo lo que no pude decirte. Para ti. Siempre y sinceramente, te amaré. Porque hay tres etapas inevitables, aferrarse...