La Niñera

Es de mala educación apuntar con el dedo

Entre  a bañarme despejando cualquier dolor de cabeza que Dylan me traía, no sin antes haber cerrado con pestillo mi habitación porque sabía que Dylan entraría sin remordimientos y eso acabaría mal.

Me puse mi pijama: Una playera roja con unas insignias de la marca y unos pantalones holgados de corazones rojos.

Aún no tenía ganas de acostarme a dormir y mi habitación no tenía televisión, así que baje a la sala.

Encendí la tele de mala gana, consciente de que Dylan no tardaría en venir a fastidiarme con su cara de niño bonito, con su voz sexy, con sus labios deseables, con sus ojos de ensueño, con su sonrisa arrogante…

<<Basta, Emily>>

Venía saliendo de la cocina, le dedique una mirada de pocos amigos, Dylan soltó una carcajada.

—Uy, alguien está de malas.

—¡Tú me pones de malas!—Espete  mientras agarraba un cojín y se lo lanzaba a Dylan. Él lo atrapó sin problemas y me miró con rostro burlón.

—Eso ha sido maduro, sumamente maduro—Dijo él fingiendo seriedad, pero luego rompió en risas.

Tuve que inspirar profundamente para no asesinarlo.

—Mira, Dylan—Dije con tono severo mientras lo apuntaba con el dedo—. No me conoces, y si no me dejas en paz, vas a hacerlo, y créeme que no será lindo, ¡así que hazme el favor y deja de joderme de una puñetera vez!

Dylan sonrió de costado y con su mano rodeó mi muñeca,y de un tirón me atrajo hacia él.

—Es de mala educación apuntar con el dedo, preciosa—Me susurró con voz ronca al oído.

Me quede helada unos segundos hasta que reaccione e intente zafarme, pero sin resultado alguno.

Un mal paso de Dylan hizo que cayeramos sobre el sillón, y apostaría lo que fuera, a que había sido intencionalmente.

—¡Quítate de encima me estás aplastando!-Grite revolviéndome.

Dylan se rio y cogió mis muñecas evitando el movimiento de sus manos para no ser golpeado.

y besó mi cuello ligeramente.