Algo anda mal [ HISTORIA YAOI ]

Capítulo 31

Narra Jeremy

-¿A qué hora sale tu hijo de su instituto?- Preguntó Izan desde el baño.

Nos estábamos quedando en un hotel mientras encontraba una casa donde quedarme. Había decidido vivir en este barrio a pesar de que estaba lejos del centro. Izan también se mudaría conmigo pues decía que no me dejaría solo nunca más. Llevábamos seis años siendo amantes en secreto. Izan no quería que su hijo se enterase por miedo al rechazo que este podría darle.

-Sale a las dos y media de la tarde-Contesté sentándome en el borde de la cama encendiendo el portátil.

Izan salió del baño y se colocó en mi regazo quitando el portátil de mis piernas y posicionando sus manos en mis hombros.

-Bien, entonces tenemos tiempo- Dijo antes de empezar a dar besos y lametones por mi cuello.

Esto era extraño. Izan nunca era el primero en dar la iniciativa, es más, casi siempre se hacía de rogar. No era que no me gustara, de hecho me estaba poniendo duro pero de verdad me sorprendió.

-¿Pasa algo?-

-¿Por que lo dices?- Contestó dejando de besar mi cuello. -¿No te gusta?- 

-Claro que me gusta, es solo que es algo raro que empieces tú- Dije mientras lo pegaba de nuevo a mi cuerpo. Ahora era yo quien repartía besos por su cuello. Tenía la tentación de morderle y hacerle chupetones, pero me lo tenía estrictamente prohibido por si su hijo le preguntaba si tenía pareja. Estaba obsesionado con lo que pensara su hijo de él.

-Solo tenía ganas, aprovéchalo antes de que me arrepienta. Además, sabes que cuando venga mi hijo no podremos hacerlo casi nunca-

Sin pensarlo dos veces lo tumbé en la cama. Le quité la camisa y los pantalones para luego quitarme las mismas prendas que le quite a él. 

-Es increíble que para ser tan viejo estés tan bueno- Comenté relamiendo mis labios.

-Cállate gilipollas. No soy tan viejo- 

-Oye te he hecho un piropo, no te ofendas-

-Ah pues vaya mierda de piropo, normal que terminases con un viejo hombre- 

-¿Es malo que haya terminado con un hombre?- Pregunté mientra le daba un masaje en su parte baja.

-Para mí no- Dijo entre suspiros. 

Atrapó mi cara entre sus manos dándome un beso lleno de cariño y deseo. Le quité el boxer para poder masturbar su miembro mejor.

-Levántate a por el lubricante- Me pidió.

-Me da pereza, mejor uso mi lengua-

Dejé su pene para ponerle bocabajo. Él instintivamente levantó sus caderas para darme paso a su glorioso culo. Separé su raja para tener un mejor acceso a su entrada y rápidamente pegué un lametón lleno de saliva en esta. Introducía y sacaba mi lengua en su ano mientras el jadeaba sin parar. Izan separó su culo de mi cara a lo que le miré extrañado.

-También hay que lubricar tu pene- Dijo sin mirarme a la cara mientras me quitaba mis boxer. 

Me recosté en el cabecero de la cama para tener mejor comodidad mientras el se metía mi polla en la boca. Estuvo un rato así hasta que sentí que me iba a correr por lo que separé su cabeza de mi miembro. Él entendió y se subió a mis caderas mientras introducía mi miembro en su culo poco a poco. Tenía su cara a centímetros de la mía por lo que podía deleitarme con ella. Me encantaba el rostro que ponía mientras hacíamos el amor, a pesar de que la mayoría de las veces se negaba.