Algo anda mal [ HISTORIA YAOI ]

Capítulo 46

Narra Yerai

–¿Qué era eso tan importante que nos querían contar?–

Estaba sentado junto a Erick en el despacho de mi padre, y detrás del escritorio, estaban mi padre sentado en su asiento e Izan recostado en el asiento.

–No seáis impaciente, es complicado de contar–

Se notaba que Izan estaba nervioso. ¿Sería muy malo lo que tendrían que contarnos?

–Bueno, la verdad es que Izan y yo llevamos como unos seis años siendo pareja– Dijo mi padre tranquilamente.

–¡No seas tan bruto diciendo algo como esto!– Reprochó Izan.

–¿Y para esto tanto escándalo? Decid algo que me sorprenda, esto ya lo sabía– Erick se levantó de su asiento y salió de la sala. Izán y Jeremy se miraron, y el primeró salió corriendo detrás de su hijo.

–¿Cómo lo ves?– Preguntó mi padre un vez nos quedamos solos.

–Me dejas sin palabras, pero no porque esté en contra ni nada de eso, si no porque no me lo esperaba–

–Estoy pensando en pedirle matrimonio– Dijo con una mirada melancólica.

–¡¿Enserio?!– Dije alegre, me hacía feliz la noticia, a pesar de que no llevababa ni tres meses de conocer a mi padre.

–Por supuesto. Hasta ahora no hemos hablado nada de eso porque Izan tenía miedo de ser rechazado por su hijo–

–Erick me parece un chico bastante... tonto, pero no creo que sea tan cerrado de mente–

Me levanté de mi sitio y fui a darle un abrazo a mi padre.

Estuve en su casa un rato más hasta que se hizo de noche y me llevaron a casa, ya que tenía que hacer la tarea.

Ya había pasado 1 mes desde que Jackson me hizo eso. No se lo dije a nadie, Jackson ya me había pedido perdón y ahora no se portaba tan mal conmigo como antes.

De vez en cuando venía a mi casa cuando mi madre trabajaba y nos quedábamos en mi habitación, haciendo todo tipo de cosas, menos tener sexo, ya que yo no quería. Aunque a lo que sí me había "obligado" muchas veces era hacerle sexo oral, decía que había mejorado un poco. Aunque me gustaría que me lo hiciese a mí algún día.

No sabía cómo definir nuestra relación. Amistad no era, porque solo hablábamos en mi casa o en su local; novios tampoco, porque Jackson seguía acostándose con más chicas; enemigos menos, esas cosas los enemigos no las hacen.

Lo que sí tenía claro era que no podía seguir con esto. Confieso que estaba loco por Jackson. No estaba enamorado de él pero me gustaba mucho, algo inexplicable después de todo lo que me hizo. Y que Jackson me utilizara para los días que no quedaba con alguna chica me dolía.

Con Ana seguí hablando por móvil, de alguna forma consiguió mi número. Un día de estos iría nuevamente a su barrio para pasar una tarde juntos, sin sus amigos.

En resumen, no sabía si prefería estar así con Jackson o a golpes. Eran dolores demasiado diferentes.

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Estaba embobado mirando al grupo de Estela, aunque solo miraba a una única persona. No podía evitarlo, era tan guapo... Con su pelo dorado como el sol algo alocado, su cara con facciones bastantes varoniles, nariz perfectamente recta, pómulos algo resaltados, labios finos pero apetecibles, sus ojos. Esos oscuros ojos, tan perfectos, eran preciosos.

Me sorprendí cuando Jackson giró su mirada hasta chocarse con mis extraños ojos, haciendo que me sonrojase y mirase rápidamente a la comida que tenía sobre la mesa. No me esperaba que me mirara a mí.