I'm Not Okay //Gerard y Tu//

Renaciendo

Cuatro meses...

4 meses han pasado, todo ha dado un giro, Mikey me ha demostrado la clase de chico que es, me ha enseñado a dar segundas oportunidades para amar y ser feliz, he omitido el nombre de Gerard en todos los aspectos y parece que por fin después de llorarle a la luna y suplicarle todas las noches poder olvidarlo parece que a funcionado.

Salgo del cuarto de baño y me adentro a mi habitación, trato de elegir él atuendo adecuado para esta noche, los altos tacones de mi madre resuenan en él suelo mientras corre de un lado a otro en busca de cualquier cosa insignificante ya sea un pendiente o un simple brazalete, es más difícil mantener mis nervios enterrados en él suelo al verla mucho mas alterada que yo.

Me visto con un vestido pequeño pero apropiado color rosa pastel y unas zapatillas grises, me miró en él largo espejo y fijo con mis manos mi vestido, la combinación de colores hace resaltar mi cabello.

—Date prisa — grita mi madre desde la sala, respiro profundo antes de salir. —Te ves preciosa — chilla mi madre al verme entrar a la sala, la miro de arriba a bajo notando sus altos tacones rojos y su vestido negro.

—Tu igual — sonrió tratando de calmar sus nervios.

—No crees que es demasiado, digo sólo es una cena — acomoda su cabello y se mira en él espejo de mano que tiene su cartera. —Claro que no es demasiado, esta noche Mikey te pedirá que seas su novia — chilla agitando sus manos de un lado a otro. Río.

El camino hacia la casa de Mikey es muy corto, pero aun así mi madre a querido ir en auto, mi cabeza se comienza a invadir de preguntas sin respuesta, una pequeña parte de mi corazón aun grita él nombre de Gerard y aceptó que no estoy perdidamente enamorada de Mikey, solo es cariño pero no puedo negarme al ni siquiera saber si algún día veré a Gerard de nuevo, y talves con él tiempo le pueda corresponder a Mikey, tengo que hacerlo y lo haré.

Toco tres veces la gran puerta principal, y al segundo esta se abre.

—Cariño estas hermosa — Donna  aparece con un mandil blanco con un gato pintado en él, me resibe con un fuerte abrazo casi empujandome hacia dentro. —Mikey esta arriba — me informa, llevando a mi madre a la cocina.

Subo con cuidado las escaleras admirando y tocando con mi dedo índice la suave madera, cuatro meses visitando esta casa y aun no deja de impresionarme, respiro una ves mas antes de llamar a la puerta que tengo frente a mi, y lo hago.

Esperó unos cuantos segundos pero no hay respuesta así que decido entrar, abro con cuidado la puerta y miró con cautela me encuentro con Mikey mirándose en él espejo tratando de acomodar su camiseta blanca.

—Hola— susurro haciéndolo sobresaltar, me mira a través del espejo y sonríe.

—Hola bebé— camina hasta mi besando mi frente. —Estas muy linda —

—Gracias — sonrió terminando de abotonar su camiseta, un sonoro suspiro sale de mi al recordar a Gerard y era algo típico de mi cada ves que miraba tan de cerca a Mikey.

—Mi hermano vendrá a cenar — murmura colocándose sus anteojos.

Me quedo quieta al escucharlo, Mikey me a contado de su hermano en pocas ocasiones al parecer son muy unidos pero han perdido contacto estos últimos meses, mis nervios aumentan al saber que lo conoceré, no es lo mismo estar con conocidos a estar con conocidos y un tipo al que apenas conoceras.

—Oh— es lo único que digo, parece notar mis nervios ya que cuando termina de poner su saco negro, me abraza por la cintura dejando un pequeño beso en mi mejilla, acción que me incomoda pero no lo demuestro.

—Vamos — señala la puerta y la abre dejándome salir primero.

(...)

Donna comienza a servir la cena, y todos tomamos asiento.

—Llegara en un rato — Donna deposita un beso en la mejilla de su hijo, obviamente informándole a Mikey sobre su hermano, él solo asiente tomando mi mano sobre la mesa.

La cena para mi parecer transcurre bastante bien, risas, chistes malos cortesía de mi madre y deliciosa comida. Él chico que tengo a mi lado limpia su boca con la fina servilleta y se levanta de su silla extendiendo su mano hacia mi, la tomo temblando y me incorporo.

—Estos meses has alegrado mis días de una manera que no logro explicar, pues tu sonrisa me brinda las fuerzas para poder seguir y estoy enamorado de ti _____— desciende hasta arrodillarse sólo en una pierna frente a mi sin soltar mi mano.

Comienzo a temblar y llevó una mano a mi boca, estoy apuntó de desmayarme lose, son tantas emociones encontradas y él miedo de olvidar a Gerard y que sea solo un recuerdo me aterra, pero una voz autoritaria en mi cabeza me dice que tengo que seguir.

—¿Quieres ser mi novia?— una lágrima resbala por su mejilla y una amplia sonrisa se resguarda en su rostro.

La puerta principal se abre de un fuerte tirón impidiéndome hablar.

—¡Llegue familia!— grita una voz masculina, que pronto entra a la cocina, Mikey se incorpora inmediatamente sin soltar mi mano, giro sobre mis talones encontrándome a la persona que menos quería ver en este momento, pero que anhele tener todos los días anteriores.

Suelto la mano de Mikey por inercia y observó al esmeralda estática en mi sitio al igual como lo esta él, nuestras miradas se conectan.

Cuatro meses y todo renace...

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