Entre a mi casa con más dudas que las que tenía al salír suspire aliviada estaba demasiado cansada.
—Como te fue — salío mi madre de la cocina limpiando sus manos con un pequeño trapo
—Bien —sonreír
—Porque dos chicos estaban aquí — tomó asiento —Con cual ibas a salir —fruncio él ceño
—Con él segundo su nombre es Frank—me deje caer en él sofá
—Y él otro—
—Gerard— gruñi
—Y porque Gerard me dijo que iba a salir contigo hoy — vaciló
—Porque iba a salir con él y de la nada me canceló, Frank me invitó a salir y acepte —murmuré —Nose porque Gerard vino —
—Talves se arrepintió — opino convencida
—No lose en fin estoy muy cansada descansa — bese su mejilla y camine hacia las escaleras, las subí perezosamente hasta llegar a la puerta de mi habitación.
No tenía fuerzas de nada así que decide no tomar un baño me coloque la pijama y me adentre a las suaves sabanas e inmediatamente caí en un suave y profundo sueño.
(...)
La brillante luz del sol provocó que abriera los ojos, gire al otro lado buscando que la luz ya no me molestara observe la almohada y encima de había algo, me incorpore para poder ver mejor; una rosa la tome entre mis manos. Una pequeña rosa blanca con manchas rojas era hermosa la observe con detenimiento y en su tallo tenia un papel pequeño, lo desenvolví dejando ver él contenido:
Te ves hermosa durmiendo
GerardMis ojos se abrieron hasta más no poder como se atrevía a dejarme una rosa con ese estúpido mensaje después de lo que había pasado y peor aún como se atreve a entrar en mi habitación a plena noche—Idiota—pensé mientras camina al baño, tome una relajante ducha y me vestí tome una pequeña bolsa y la cruce por mi cuerpo tome la rosa y la metí en la bolsa salí de la habitación furiosa.
—Buenos días hija quieres almorzar — escuche la voz de mi madre
—No, voy al trabajo — dije sin dejar de caminar salí azotando la puerta.
Camine por las frías calles era un día nublado, y él viento soplaba un poco fuerte, llegue hasta él pequeño local y me esforze en sonreír antes de entrar a la tienda, donde ya se encontraban quilientes.
—Hola Ana— camine hasta él mostrador donde arroje la pequeña bolsa que traía.
—Hola querida — no pudo decir más ya que una señora se acercó a ella, él día fue muy pesado mas que los anteriores demasiada gente entraba y salía lo que para mi era bueno ya que mantenía mi mente despejada, faltaban 10 minutos para terminar mi turno mire mi bolsa y pensé en aquella rosa, Tenía que ir a reclamarle? Por un momento mi mente decía que no, pero yo lo quería ver, sacudí mi cabeza ante tal revelación Porque lo quería ver? Me trato mal y lo mismo tenía que hacer yo pero la única diferencia es que yo si tengo razón en ir y reclamarle, mí mente se inundó en todo lo que pensaba decirle cuando llegara a su departamento por que si, pensaba ir.
Salí de aquel lugar sin siquiera despedirme de Ana era descortés pero estaba furiosa, tome un taxi y le indique a donde se dirigiera, él camino fue corto yo solo me límite a observar por la ventanilla del auto mientras mi pierna temblaba mas cada vez que estábamos más cerca en llegar.
—Aquí es?— preguntó él hombre mirando hacia él edificio
—Si, gracias — le page lo correspondido y baje de aquel automóvil
Entre al edificio sin antes regalarle un sonoro suspiro lleno de ira al frío viento, camine hasta un señor que salía de una puerta color verde en sus manos sostenía utensilios de limpieza, —Disculpe— toque su hombro y él de inmediato se giro para verme y regalarme una sonrisa
—En que te puedo ayudar —
—Sabe en que departamento vive Gerard Way— era extraño decir su nombre
—El psicólogo — preguntó llevando su mano a su mentón, yo solo asentí —Vive en él 32 piso 8— le agradecí aquel señor y camine hasta él ascensor, presione él número 8 y las puertas se cerraron, después de unos minutos estas se volvieron abrir, camine por él largo pasillo mirando cada puerta a los lados 29, 30, 31 y 32 Sonrió victoriosa al ver ese número, algo dentro de mi cambia, el propósito por él cual vine se esfuma, la gran puerta gris esta frente a mi y el coraje se a esfumado remplazándolo con un poco de nostalgia y emoción algo en mi exige tocar esa puerta pero no para enfrentar aquel chico, Entonces para que? La realidad toca una ves más mi puerta, Que hago aquí? Para ofrecerle una disculpa?, Porque yo me tendría que disculpar, y aun peor porque esperaría de él una disculpa si toco esa puerta, lo que esta claro es que lo quiero ver, todo se va a la basura, las preguntas, lo que puede pasar, si quedo en ridículo porque no tengo nada que decir, y junto con eso se va él miedo por como vaya a reaccionar él. Acercó mi mano aquella puerta temerosa pero con un poco de valor que a tomado lugar en ves de la dignidad, pero algo me interrumpe la perilla gira y la puerta se abre, dejando ver a Gerard riendo mirando hacia bajo, termina de abrir totalmente la puerta dejando ver a una chica que ríe con él con sus manos entrelazadas.
Todo pasa tan rápido...
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Primeo que nada ¿Cómo están?Voten si este capítulo les gusto :)
Y comenten me gustaría saber que piensan sobre la historia :3
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I'm Not Okay //Gerard y Tu//
Fanfic¿Y si la vida es un sueño, y la muerte nos despierta?