I'm Not Okay //Gerard y Tu//

Te Amo

En pijama, sin zapatos, y arruinada.

Mi cabeza no deja de dar vueltas, no entiendo lo que esta pasando, nadie me dice nada, solo salen y entran de la habitación sin siquiera dejarme verlo o darme una mirada de esperanza.

Mis manos tiemblan, todo esta tan mal, me siento agotada incapas de poder respirar. Me repito una y otra ves que esto es una pesadilla, una broma de mal gusto que en cualquier momento terminara pero no es así. Trato de aferrarme a los recuerdos, a esa luz de esperanza que cada vez pierde brillo poco a poco.

Él doctor que ha entrado hace media hora por fin sale, corro hasta él deseando que no me ignore otra ves.

—Por favor digame como esta — imploro tomandole fuertemente él brazo.

—Puedes pasar — dice después de unos segundos.

Sin pensarlo entro, lo encuentro postrado en una camilla, un tubo sale o entra no lo se de su boca, sus ojos están cerrados y una maquina alado de él emite un sonido informando que esta estable.

Me acerco y observo como su rostro tiene marcas por todos lados, mis ojos se comienzan a cristalizar, lágrimas aparecen como aparecieron toda la noche.

—Despierta por favor — ruego tomando su mano que aun tiene rastros de sangre. La beso con delicadeza como si fuera de cristal. —No me dejes — susurro. Me siento en una silla blanca frente a la camilla sin soltar su mano.

Despertara, yo lo se.

—Mañana nos iremos ¿Lo recuerdas? — susurro hecha un mar de lágrimas — No me puedes dejar —

Pero sigue sin reaccionar, su rostro es pasifico, como múltiples veces lo era cuando dormía entre mis brazos, pero esta vez es diferente, y la verdad impacta en mi.

No esta dormido esta inconsciente.

(...)

Mi vista esta clavada en la pared blanca mientras acarició la mano de mi chico que aún no despierta.

Los doctores no han venido lo que me garantiza que esta bien, que esta estable. Hasta que la máquina comienza a emitir un desagradable sonido la raya que antes subía y bajaba ahora es recta.

Mi corazón se paraliza al igual que todo mi cuerpo.

—¡Ayuda! ¡Doctor! — grito a todo pulmón por él pasillo, enfermeras y doctores corren por él pasillo hasta mi, me hacen a un lado y me advierten que no me acerqué, es traumático ver como colocan unas cosas extrañas en él pecho de Gerard y este se levanta de una forma horrible. Me obligó a mirar todo esto, cubro mi boca con mis manos para ahogar los sollozos.

—3, 2, 1— dice él doctor y Gerard se vuelve a levantar.

—Vamos— susurro para mi misma deseando que me escuche, que se levante y abra sus brazos para refugiarme en ellos.

Él sonido de la máquina para y la línea se torna completente recta.

Me dejó caer de rodillas, las fuerzan ya han desaparecido, Gerard se las a llevado, esto no puede ser cierto.

—Lo siento — susurra una enfermera a mi lado y se retira con todos los otros que no han dicho nada sólo se han marchado.

Como puedo me levantó apoyándome en todo lo que encuentro para llegar hasta él que ya esta oculto en la sabana blanca que antes solo cubría su cuerpo.

—¡Te amo!— me abrazo a él como si fuera a desaparecer —!Te amo!— grito en su pecho él dolor en mi corazón es inexplicable me han pisoteado él corazón y lo han tirado lejos de mi. —¿¡Porque!?— grito con la voz cortada, mi garganta arde como los mil demonios pero no paro de llorar. No puedo.

Que he hecho acaso merezco esto, me han arrebatado la vida, me han arrebatado lo que más quiero en menos de 12 horas y me preguntó ¿Porque? Necesito saberlo, necesitó saber si me merezco todo esto, porque no lo entiendo.

Tomo la sabana y la arrojo con todas mis fuerzas algún lugar, Gerard ya no tiene nada conectado a él, sus labios están un poco hinchados y sus ojos esos bonitos ojos esmeralda cerrados y ya jamas se abrirán.

¿Porque? 

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