Juraría que he escuchado como mi corazón se a roto en mil pedazos, esto es demasiado en tan poco tiempo, lo que he escuchado es irremediable, no hay explicacion ni perdón, me siento tan vacía tan sola, como confiar en los demás cuando ni siquiera puedo confiar en la persona que me dio la vida.
—¿Que has escuchado? — pregunta comprensible Gerard, "Lo he escuchado todo" quisiera gritar pero las palabras no salen, se pierden en lo profundo de mi mente y no intentó detenerlas, su rostro de preocupación me demuestra que no quería esto, no quería que esto fuera un problema más y concuerdo con él, si pudiera regresar él tiempo me quedaría en mi habitación. Pero todo pasa por algo, esto me ha gritado que Gerard me quiere que soy "La mujer de su vida" pero también me ha mostrado la verdad la horrible verdad de la que creía que era mi madre, trato de refugiarme en las palabras de Gerard y tomar valor de lugares inexistentes.
—¡Es un manipulador cariño, lo que has escuchado no es verdad!— se mueve de un lado a otro desesperada, y compruebo las razones por las que mi padre la dejó, esas razones que yo negaba rotundamente.
Levantó mi mano para que ambos guarden silencio, camino hasta las escaleras, y una ves que llegó a mi habitación todo es silencio, sacó mi maleta del armario y la arrojo sobre la cama, lágrimas ya comienzan a resbalar por mis mejillas y me preguntó ¿Cuando sera fácil?
Comienzo a depositar todas mis prendas sin importar él orden, sólo deseo salir de aquí lo antes posible, unos golpes se escuchan contra la puerta mientras la irritante voz de mi madre implora por entrar, agradezco haber asegurado la puerta, termino y cierro la maleta.
—¿¡Porque!?— grito a todo pulmón dejando salir todo él coraje pero de inmediato lo remplaza más, dejó escapar un ultimo sollozo antes de salir.
Mi madre esta frente a la puerta con su perfecto maquillaje ya corrido, paso a su lado sin mirarla, bajo las escaleras lo más rápido que puedo necesitó evitar a toda costa esto, y ni pensar que hace unos meses creí que saldría de casa en una camilla directo a la funeraria.
—No, por favor — escuchó como baja las escaleras lentamente debido a sus altos tacones negros.
Salgo azotando la puerta, me plato la pregunta ¿A donde iré? Hasta que veo a mi chico con esos lindos ojos esmeralda apoyado en la pared con sus manos en los bolsillos y su mirada clavada en él suelo, notó como él viento hace bailar su ya alborotado cabello, ese cabello que tanto adoro acariciar.
Me acerco a él con un poco de dificultad debido a la gran maleta, levanta la mirada y sonríe plenamente al verme, abre sus brazos me lanzó sobre él y comienzo a llorar como una niña pequeña.
—Creí que me habias dejado — confieso sollozando en su pecho.
—Ni en sueños, sólo que me ha echado — explica separándome de él para que lo mire —Perdona no quería ocasionar esto — susurra casi sobre mis labios.
—Dejalo — susurro, dejo un corto beso en sus labios y me retiró para tomar mi maleta pero él me lo impide, toma mi mano y comenzamos a caminar en silencio, después de unos cuantos minutos visualizó su auto.
Deja la maleta en la parte trasera, subimos y se pone en marcha. Miro por la ventanilla hasta que él silencio se rompe y preguntó:
—¿Porque has ido?— Su ceño se frunce pero no me mira así que aparto la mirada.
—Para hablar, me volví loco al pensar que me dejarías — me hecha un vistazo y vuelve a mirar él camino —Quise entrar por la ventana de tu habitación como siempre lo hago pero tu madre me descubrió y me ha obligado hablar con ella — explica lo mejor posible, yo sólo sonrió al recordar como una noche lo golpeé pensando que era un ladrón entrando por mi ventana.
Él camino es largo yo sólo miro por la ventanilla y Gerard se mantiene en silencio agradezco que comprenda que no tengo ánimos de hablar. Entramos al edificio, la policía a limpiado él lugar así que no me preocuparé por encontrar sangre en la cocina.
—Puedes dejar tu ropa aquí — abre él pequeño armario que esta cerca de la cama que esta cerca del baño y él baño cerca de la cocina, río por lo bajo al ver que él departamento es demasiado pequeño pero aun así saber que desde ahora viviré con él me alivia de una forma inexplicable. —Lo compartiremos — sonríe al no escuchar mi respuesta, asiento con una pequeña sonrisa.
—Esta bebé también la compartiremos— se deja caer sobre la cama me hace señas para que me tumbe con él y sin pensar lo hago.
—Te quiero — susurró, no hay nada que no ame se este chico desde su risa y su sonrisa de lado hasta sus chistes malos y su desordenada forma de ser.
—Te quiero — se incorpora un poco para verme mejor, me regala la más bonita sonrisa y me besa de una manera distinta, con calma como si tuviéramos todo él tiempo del mundo para expresar con un simple beso todo lo que sentimos todo lo que nos provocamos mutuamente.
Con una rápida acción me obliga a sentarme en su regazo, deseosa buscó sus labios otra ves, su lengua pide permiso para entrar y sin pensarlo comienzo a levantar su camiseta negra. Lo necesitó, lo necesito como nunca necesite a alguien, nadie me hará sentir como él lo hace, lograr hacerme olvidar todo con un simple beso.
Toma mis caderas con un poco de fuerza, sube una mano hasta mi pecho y de un tirón quita mi camiseta los botones salen volando por algún lugar, su respiración se comienza a tornar pesada, muevo mis caderas lo mejor que puedo sobre su regazo, suelta un pequeño gemido lo que me motiva a aumentar la velocidad.
Tira de mi hasta quedar sobre mi, se deshace de su camiseta y su pantalón noto su erección, los nervios suben a mi estómago trato se calmarnos pero no lo logró.
—Eres perfecta — besa mi cuello con deseo un escalofrío recorre mi espalda, esas simples palabras logran deshacerse de los nervios e inseguridades.
Sus caricias son tan suaves causando un efecto placentero en mi cuerpo, quita la estorbosa tela que aún me cubre quedando en sostén y bragas, siento su erección en mi entrepierna sintiéndome ansiosa, en que momento pasamos a estar así.
Juega con él broche de mi sostén, para en seco y se incorpora aún con las manos en mi prenda —¿Como mierda se desabrocha esto?— bromea serio, suelto una sonora carcajada, rie impaciente y después de unos segundos logra eliminarlo, me sonrojo pero él no parece notarlo ya que rápido vuelve a besar mi cuello.
Y es cuando todo desaparece, cierro con fuerza mis ojos, sintiendo como ahora en este momento somos uno solo, la electricidad corre por mi cuerpo mi pulso se acelera, él dolor poco a poco desaparece, y comprendo que nadie lo querrá como yo lo quiero, y nadie me hará sentir lo que siento solo con él.
Amor verdadero podría asegurar.
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¡Wuu! ¡Ok!
Comenzaré diciendo lo feliz que estoy.
1,49K :D
Gracias por seguir leyendo esta Fic que escribo siempre dando lo mejor de mi para ustedes.
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I'm Not Okay //Gerard y Tu//
Fanfic¿Y si la vida es un sueño, y la muerte nos despierta?