Consumida- FIN

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—Ten — me extiende una bolsa  la enfermera mientras observo como sacan a Gerard de la habitación dentro de una bolsa negra. —Son sus cosas — repite al ver que no le hago caso.

—Gracias — la tomo sin prestarle importancia.

(...)

Mi vestido negro y mis zapatillas grises las favoritas de Gerard descansan en mis pies, tengo unas grandes ojeras, mis ojos están hinchados lusco terrible.

Ya no tengo lágrimas sólo dolor que me esta consumiendo poco a poco, ya no hay luz ya no hay colores, ya no tengo vida.

Tomo mi bolso y salgo dándole un vistazo al departamento, cierro y bajo para encontrarme con él auto de Frank.

La pareja me mira con lastima, nisiquiera me digno a saludar.

—Lo siento en verdad — susurra Sarah tomando mi mano.

—Yo también — murmuro mirando por la ventana.

Llegamos al lugar donde esta Gerard, no conozco a nadie pero no me importa, bajo del auto sin mirar a nadie entró en él sitio y buscó la capilla donde esta mi esmeralda, mis ojos se cristalizan al ver a Donna y Mikey llorando desconsoladamente.

Esto no es real.

Camino hasta él ataúd, y me desvanesco, lloro sobre él sin importar como me vean los demás, en este momento solo somos él y yo, como antes.

Ya no sentiré sus besos ni sus caricias, ya no sentiré nada y eso me esta quitando poco a poco la espranza de vida que él alguna vez me dio.

(...)

Pienso, solo hago eso desde que llegue, como todos lloraban por él cuando nadie sabe que ami me duele más que a todos ellos juntos, yo lo quería como nadie mas lo quiso, yo lo necesito y ya no lo podre tener.

Giro mi cabeza y veo la bolsa negra que me ha dado la enfermera, la había olvidado por completo. La tomo entre mis manos, la abro y vacío él contenido en la cama.

Su celular es lo primero que observo la pantalla esta rota, ya no funciona. Su reloj, sonrió al recordar como comenzó todo por este simple reloj. Su cartera, fotos de él, Donna y Mikey la adornan. Pero algo llama mi antencion dejo la cartera a un lado y tomo entre mis manos una pequeña caja negra de terciopelo.

Tomo aire antes de abrirla, mis ojos se encuentran con un anillo con una bella piedra adornándolo, un anillo de compromiso, recuerdo sus palabras "Te tengo otra sorpresa"

Y entiendo por fin entiendo que mi vida no tiene sentido, como podre vivir sin él que me enseño a vivir.

Él dolor no se ira, él amor que le tengo tampoco se ira.

Él no me vendrá a buscar como antes lo hizo y comprendo que es mi turno ir en su búsqueda.

Abro él cajón de la cómoda donde Gerard guarda él frasco con pastillas para dormir, lo tomo entre mis manos y me preguntó ¿Es lo correcto?

Pero claro que si.

Las dejo caer sobre mi mano, suspiro sin remordimientos y las tomo, no hay vuelta atrás esta hecho y no podría estar mas feliz.

Beso él anillo y lo colocó en mi dedo, admiro por un momento como luce, me obligó a no imaginar todo lo que pudo haber pasado, sonrió al saber que pronto estaré con él y nadie nos podrá separar.

—Aceptó — susurro una lágrima resbala por mi mejilla pero la limpio rápidamente.

Tomo mi chaqueta negra y salgo de casa, comienzo a caminar por las calles, mas feliz que nunca, nadie nos juzgara ahora, solo seremos él y yo en una eternidad.

Sin darme cuenta ya estoy en él cementerio donde descansa mi chico, él dolor de cabeza me esta matando, todo da vueltas, doy todo de mi para llegar hasta donde esta, flores adornan su lapida.

Me dejó caer frente a ella, todo cada ves es mas borroso y no puedo mantenerme de pie, cierro los ojos esperando a que esto termine ya.

—Te amo— murmuro. Consumida me dejó llevar por los efectos del medicamento, caigo sobre su lapida con los ojos cerrados imposible poderlos abrir.

Ahora... Estoy bien

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I'm Not Okay //Gerard y Tu//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora