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N/A: Nota eliminada.

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¡Escuchad mis palabras, sapientísimos! ¡Examinad si he penetrado en el corazón de la vida! Donde quiera que haya encontrado lo que es vivo, he encontrado la voluntad del poder; y aun en la voluntad de lo que obedece he encontrado la voluntad de ser amo.

[...]

Que lo más débil sirva a lo más fuerte: he ahí a lo que incita su voluntad, en que quiere ser amo de lo más débil. Y como lo más pequeño se abandona a lo más grande, para que lo más grande goce de lo más pequeño y lo domine, así lo más grande se abandona aún y arriesga su vida por el poder

[...]

— Ya basta mamá, estoy bien —El menor se quejó sonoramente encogiéndose en el taburete del mesón de la cocina.

— No quieres comer JiMin, abre la boca —El nombrado apretó con molestia los labios.

— Eso es porque ya comí —La miró bufando y esta suspiró frunciendo el ceño.

— Come —Volvió a acercar la cuchara al rostro del chico y este se levantó para alejarse de su madre.

¡Él no era un bebé!

— Ya basta mamá. —Se volvió a quejar. La mujer observó a JiMin por un instante, la cuchara calló estrepitosamente sobre el plato hondo y el labio inferior de ella tembló.

— ¡Park JiMin! ¡Ven aquí ahora! —El gritó descolocó a JiMin por unos segundos. Su madre nunca le gritaba — ¡Solo intento que te sientas mejor! ¡Que vengas!

JiMin se hallaba paralizado. La mano de su madre lo tomó con fuerza por su muñeca y tiró de él sacándolo de su burbuja.

— ¡Te he dicho incontables veces que no salgas en la noche! ¡Dime! ¡CONOCES QUIENES SON! ¡DIMELO! —JiMin pestañeó varias veces por la insinuación de su madre. Si bien decía lo cierto, él no estaba dispuesto a delatar a nadie — ¡PARK JIMIN!

— Yo... No sé nada... —Tragó duro intentando zafar su mano del agarre de su madre.

La mujer abrió los ojos con enojo.

— ¡Demonios! —Gritó nuevamente soltando al menor y dando vueltas — ¡Hablé con JongDae ayer!

JiMin quedó en blanco. El corazón le dio vuelvo y su pecho se ahondó tanto que sintió que el alma había abandonado su cuerpo entero.

— ¿Q...Qué? —Intentó acercarse a ella — ¿Qué... te dijo?

— JiMin —Se detuvo para mirarle, sus ojos estaban cristalinos — ¿Es por qué no confías en mí? —Cuestionó con una expresión dolida. El menor mostró aflicción en su rostro y se acercó más a su madre, quien había recostado su espalda en la pared de la cocina, cerca de la entrada a la misma — Cariño, yo sé que no he sido la mejor m... madre... Pero... Yo solo... —JiMin abrió los brazos para sostener a la persona frente sí pero esta lo detuvo con una mueca en los labios. Sollozó limpiándose las lágrimas para irse mientras hablaba — Kim no me dijo nada, si es lo que tanto te preocupa.

El menor quedó con los brazos extendidos mirando hacia la pared, mordió su labio y decidió que lo mejor sería ir a su habitación para pensar bien las cosas.

Habían pasado dos días desde el incidente y su madre andaba más sobreprotectora que de costumbre. Su comportamiento era... intenso.

JiMin cerró con cuidado la puerta y se dejó caer sobre la cama cerrando los ojos.

Sorry... I'm gay 【 YM 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora