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Dos estrellas se habían alzado frente a él. Delicados, llenos de temor... Tan suplicantes. Aquellas dos estrellas estaban una al lado de la otra y eran tan idénticas que difícilmente podías decir que no eran reflejo de sí mismas. Y frente a esas dos estrellas algo apagadas, estaban unas doradas que brillaban como si no hubiera fin alguno de chispas. Era como si estuvieran en universos paralelos.

Tan cerca, pero a la vez tan lejos.

— Hace calor ya —Y aquellas estrellas opacas se opacaron aún más mostrando una triste sonrisa en su lugar.

— Estoy bien así... Gracias. —YoonGi tomó de su bebida clavando duramente su mirada sobre la de JiMin.

Sus orbes estaban rojos y la herida de antes se notaba fresca y reciente.

— Tengo una mala experiencia con sacos largos en días calurosos —Explicó dejando el vaso sobre la mesa e inclinándose un poco en esta misma — Si no ocultas nada no creo que hayan problemas.

El castaño arrugó levemente la nariz suspirando.

— Yo... Creo que estoy bien, de verdad —Insistió cortando el contacto visual. Giró si vista a un lado y YoonGi pudo percatarse de algo.

Arrugó el entrecejo apretando los puños y sintiendo como su cerebro se volvía más pesado.

— Bien —Soltó con un tono molesto — ¿Por lo menos me dirás el por qué llorabas hace un rato?

JiMin tragó en seco sin saber que responder.

— Es solo que... Yo dejé la prueba vacía —Puso sus manos sobre la mesa jugando con sus dedos y la tela que los cubría casi por completo — Mi mente estaba en blanco y... No pude concentrarme.

YoonGi asintió analizando sus expresiones.

— ¿Algo tiene que ver aquello con lo que intentas fallidamente ocultar con eso? —Señaló con el mentón el saco. Incomodo, JiMin bajó sus manos entrelazando los dedos sobre su regazo y bajando la mirada — Te he dicho que no hagas eso.

Los labios del menor temblaron. Las palabras estaban en su garganta, querían salir como si se tratara de algún preso en una cárcel.

— Lo siento —Se disculpó con la voz algo quebrada.

— ¿Por qué te disculpas, JiMin? —YoonGi estaba exasperándose. Si bien tener al chico que le llamaba la atención frente él era un paso grande para ganárselo, que estuvieran en la situación actual solo complicaba las cosas y las llevaba por otro camino —el cual el mayor no sabía si le gustaría—.

— Porque... Porque no puedo decirte que me pasa —Y de las pocas cosas que lograban alterar a YoonGi, apareció esa de la nada; no poder saber que le ocurría a JiMin.

Su paciencia se vio incluso más afectada cuando las lágrimas cayeron por las mejillas rosadas del menor. JiMin sorbió su nariz estregándola con sus dedos y fue en ese preciso instante que YoonGi vio dentro de la boca del saco. Lento... Así ocurrió todo.

Unas corroñosas talladuras decoraban dolorosamente el borde de la muñeca visible de JiMin, el tono rojo y violáceo le hizo pensar que era reciente... Demasiado reciente. ¿Quizás unas 10 horas?

Sin esperar mucho se levantó de su lugar, rodeando la mesa y parándose al lado de JiMin. Tomó su brazo e ignorando las quejas bajas que soltaba el menor lo sacó de la cafetería.

La furia irradiaba de sus ojos. Su cabeza dio vueltas y apretó más su mano en el brazo de JiMin por temor a que este se soltara, pero lo cierto era que JiMin no daba indicios de querer oponerse.

Sorry... I'm gay 【 YM 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora