Sorry... I'm gay 【 YM 】

029

JiMin tragó en seco al escuchar las palabras de YoonGi. Él podría estar muy caliente, pero eso no impedía que una propuesta como esa pasara tan desapercibida. Como pudo, se apuró para negar rápidamente. YoonGi sonrió ladinamente.

— Me lo imaginaba —Besó tiernamente los labios hinchados de JiMin tomando nuevamente su erección.

— Ngh~

— Sabía que dirías eso pequeño angelito —Volvió a besar — Eres tan... —Presionó la yema de sus dedos contra el glande sacándole un jadeo a JiMin — Dios...

— YoonGi~

— ¿Si amor? —Susurró contra su oído sin dejar de mover su mano. YoonGi se permitió deleitar los suaves gemidos del contrario mientras decía cosas inentendibles en medio de susurros — No entiendo lo que me dices —Rió lamiendo el lóbulo de su oído.

— A—Ah... Q—Que te—engo a—algo—— Ngh~ Oh, cielos —YoonGi mordió su labio inferior dejando reposar su cara en la curvatura sudada del cuello de JiMin, su entrepierna estaba doliendo como el demonio pero no haría nada que el castaño no quisiera. El menor se estremeció.

— ¿Y si lo hacemos más rápido? —Propuso con voz socarrona YoonGi. JiMin no supo a qué se refería con eso, nunca había intentado hacerlo rápido, en su mente se imaginaba que eso haría doler más su erección.

— N—No, Y—Yoong—gi, ay... —El mayor sonrió sin poderlo evitar.

— Eres tan terco —Lo regañó aún con su cara en su cuello. Lamió el sudor para dejar lentos besos en la zona, JiMin sentía que con cada beso su temperatura corporal subía de 10 en 10.

JiMin sacó fuerzas para intentar separarse de YoonGi, pero el mayor al ver las intenciones del castaño apretó con más fuerza la erección.

— ¡Ah! ¡YoonGi! —Soltó en un chillido. Su espalda se arqueó pegando más su cabeza a la almohada completamente mojada — Jesucristo...

YoonGi rió levantando la cabeza para pegar ambas frentes.

— Se dé algo que te gustará más.

El miembro de JiMin estaba rojizo y algo hinchado. YoonGi se sentó a horcajadas sobre el colchón levantando las piernas de JiMin y dejándolas reposar sobre sus muslos, quedó con una maravillosa vista de todo lo que era JiMin. Las mejillas de este se sonrojaron agresivamente y YoonGi le guiñó uno de sus ojos para volver a lo suyo.

Salivó su mano y atrapó la erección de JiMin que temblaba por si sola; JiMin gimió al instante echando la cara a un lado y contrayendo los dedos de sus pies. YoonGi comenzó con movimientos lentos, era algo tranquila la sensación que provocaban los ronroneos de JiMin y se vio engullido en un futuro donde JiMin lo complacía en la misma medida que dejaba a WuXi. Negó varias veces volviendo a la realidad y auto reprendiéndose por compararse con la basura de WuXi.

Aceleró los movimientos de su mano y JiMin perdió fuerzas en su espalda, esta cayó grotescamente sobre el colchón mientras suspiraba presionando con fuerzas sus ojos.

— No...

YoonGi escondió una pequeña sonrisa de satisfacción y aceleró aún más su mano presionando mayormente cuando su mano llegaba a la base. Podía sentir como el miembro de JiMin palpitaba y este no se contuvo a gemir con fuerza.

— ¡Dios! ¡S—Si, mhm! —Los brazos de YoonGi quemonearon de tantos repetitivos movimientos, además de la velocidad brutal que empleaba.

JiMin se retorció y enredó sus piernas atrayendo inconscientemente a YoonGi, el mayor tuvo que hacer fuerza en contra para no terminar encima de JiMin. El menor sintió un cosquilleo en su abdomen bajo y pronto un fuerte gemido fue el que le indicó a YoonGi de que el líquido viscoso sería recibido gustosamente por su boca. No tenía vergüenza, no si se trataba de JiMin.

Dejó su mano en la base del miembro de JiMin y lo engulló por completo tragando toda su exquisita esencia.

Viró los ojos hasta el rostro de JiMin obligándose a recordar por siempre su rostro lleno de excitación, era maravilloso. Siguió enroscando su cálida y húmeda lengua alrededor del miembro de JiMin y disfrutando de los leves espasmos que tenía el cuerpo del contrario cada que el glande golpeaba con suavidad la garganta de YoonGi.

El menor tenía sus labios rojos de tanto morderlos y las lágrimas no habían parado ni un instante de escurrirse de sus ojos que permanecían cerrados.

YoonGi chupó una vez más y separó su boca del miembro de JiMin que ya se hallaba flácido. Sonrió por la imagen frente a él, un JiMin jadeante, hasta pudo oír como susurraba un "Oh, YoonGi...". YoonGi suspiró pesadamente relamiendo sus labios, su miembro dolía pero ya luego se ocuparía de eso.

— JiMin —Lo llamó apoyando las manos sobre sus muslos. El nombrado desenlazó sus piernas y fue abriendo poco a poco los ojos — Realmente eres hermoso —Susurró para él mismo.

El menor limpió el rastro de lágrimas que quedaban e hizo un puchero enredándose en las sabanas. En el proceso YoonGi no evitó ver el redondo trasero del menor y su erección dolió más.

Unos sollozos se lograron oír y luego de esto el timbre de la casa retumbando por todos lados cual eco en cueva. Los sollozos se detuvieron y JiMin descubrió su cabeza sentándose en la cama sin dejar de cubrir su cuerpo.

— ¿Visita inesperada? Que oportuno —Dijo YoonGi bufando. JiMin no se atrevió a verlo a la cara.

— Cierra los ojos —Pidió en un hilo de voz — Por favor.

YoonGi ladeó la cabeza mirándolo de forma divertida.

— Sabes muy bien, por cierto —JiMin abrió un poco su boca mirando esta vez a YoonGi a los ojos — Date prisa, van a romper el timbre de tu casa.

Y no era mentira, el agudo sonido no dejaba de sonar. JiMin se levantó cuando YoonGi hizo lo que le había pedido y se escabulló al baño, no sin antes tomar algo de ropa.

Quiso dejar todos sus pensamientos de lado y se vistió para luego lavar su cara. No se miró al espejo.

Salió del baño abandonando la habitación al instante. YoonGi permanecía con sus ojos cerrados y cuando sintió que la puerta de la habitación era cerrada se apresuró a entrar al baño, tenía que hacer algo con su erección.

JiMin bajó velozmente las escaleras abriéndola de un tirón. Forzó una sonrisa mirando a la persona que se hallaba del otro lado de la puerta mirándolo de una forma significativa.

— Hola JiMin —Dijo manteniendo la misma expresión, como si hubiera descubierto algo que no le hubiera gustado en lo más mínimo.

— Hola padre Kim.

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