Sorry... I'm gay 【 YM 】

051

~ Meses atrás ~

WuXi.

Miré superficialmente la habitación de JiMin deteniéndome sobre la mesa de noche que estaba a un lado de su cama. El calor en mi interior volvió a surgir cuando noté que las fotos que anteriormente JiMin tenía ahí, ya no estaban; en su lugar habían sido reemplazadas por una de su madre y, su viejo y moribundo perro, que por cierto ya había muerto.

Me acerqué al borde de la cama y rocé con detenimiento el cabello castaño de JiMin. Era hermoso, demasiado. No entendía por qué antes no me había detenido a observar con más detenimiento aquellas delicadas facciones, sus gruesos y rosados labios. La piel pálida que me llamaba a gritos para ser lastimada y curada a la vez.

— WuXi, ya está el café —La madre de JiMin entró pillando la forma en la cual yo miraba a JiMin. Asentí de forma suave, transmitiéndole confianza y calma, al parecer funcionó debido a que me correspondió inmediatamente. Fui tras ella hasta la cocina en donde me tendió una taza de té humeante; sin pensarlo mucho la recibí sonriéndole grácilmente. Ella tomó otra taza en su mano y dio un sorbo — Estás grande, muchacho.

Imité su gesto y volví a sonreír pequeño en su dirección.

— Si... Crecí —Respondí mirando con disimulo a los lados. La vi presionando sus ojos en una sincera sonrisa, muy particular en JiMin también — Disculpe las molestias.

— Oh, no. Nada de eso WuXi. Haz traído a mi hijo hasta acá, no puedo estar tranquila cuando sé que lo pueden lastimar cada vez que decide salir. Esos jóvenes que solo se dedican a molestarlo deberían de detenerse ya.

Dejé la taza sobre el mesón de la cocina mirándola extrañado.

— ¿Qué jóvenes? Cuando encontré a JiMin estaba solo, afortunadamente no le hicieron nada. Creo que le iban a robar porque lo drogaron...

La señora Park asintió lastimeramente, como si se lamentara de algo.

— Te diré esto pero no se lo menciones a JiMin... —Asentí acercándome más a ella — A todo esto ¿Ya volvieron a ser amigos? Es lo mejor, ese tipo de amistades nunca deberían de acabarse —Siguió hablando. Le permití la espontaneidad volviendo a fingir que la escuchaba — Bien, es que, alguien me ha dicho que JiMin sufre de bullying ¿No sabrás algo de esto? —Negué — Entiendo... No me dijeron nombres.

— ¿Podría saber quién dijo eso? Quizás le estén mintiendo, porque lo cierto es que no he visto nada sospechoso. —Mentí. Obviamente necesitaba saber quién diablos había abierto la bocota, porque se la iba a llenar de su misma mierda.

— Fue JiHoon. Es hijo de una de mis compañeras de trabajo, fue complicado sacarle esta pequeña información — Aclaró. Sentí mi cuerpo tensionarse pero supe mostrar mi rostro preocupado. Asentí repetidas veces para que continuara — Me dijo el chico que estudia con JiMin cosas muy... Perturbadoras... Dios, no puedo creer que mi bebé haya pasado por tantas cosas y yo sin hacer nada.

JiHoon, estás en serios problemas.

— ¿Qué tipo de cosas?

— Que lo golpeaban — Por lo menos no le dijo nada relevante — Incluso que intentaron violarlo ¡Dios! — Apreté la mandíbula con fuerza descomunal. — Ya presenté las respectivas denuncias contra esta persona. JiHoon me dijo que era solo una la que había hecho todo esto, la policía ya está investigando sobre el... tema.

Uno, dos, tres. Volví a estrellar el vaso de porcelana en su frente sin importar que mis manos se vieran afectadas en el proceso. Ubiqué rápidamente el cuchillo y clavé este en su abdomen y pecho. No era posible, no, no. ¡No era posible!

Hoon me las iba a pagar. ¡Todos esos malnacidos lo iban a hacer!

Ya podía verlos suplicando por una muerte rápida; sí, definitivamente sí.

Lancé el cuchillo a un lado dándole vuelta a la madre de JiMin. Agarré su melena y la enredé entre mis dedos impactando una y otra vez su cara contra la baldosa del suelo. La sangre salpicó un poco ensuciando mis botas pero le resté importancia, aspiré pesado propinando un último golpe.

Con el pulso a mil, me senté en el piso agarrando mi cabeza.

— Maldita mujer... —Susurré — Uno... Número uno, JiMin.

Saqué aquel papel de mi bolsillo trasero y lo abrí entre mis manos ensangrentadas y temblosas.

Lista de tributos a sacrificar.

1— Señora Park—

2— Tío.

3— Min YoonGi.

4— Kim TaeHyung.

5— Park JiMin

6—————WuXi

Duré unos minutos mirando los nombres en aquella lista. En primera instancia hubiera empezado por YoonGi, pero, así no sería divertido; sí JiMin era quien elegía, era más entretenido jugar.

— Nos ha visto, JiMin... —Volví a susurrar levantándome para llevar a cabo mi gran y brillante plan maestro — Dios nos ha visto.

Usé hipoclorito con agua para limpiar las manchas de sangre y aproveché la hora nocturna para sacar el cuerpo de la señora Park (y tía política mía) de su propia casa y meterla en su propio auto. Verifiqué que la droga aún mantuviera el efecto en mi bello durmiente para volver al auto y conducir hasta la bodega en dónde aún estaba penando el alma de SooYu e hice lo mismo a la mamá de JiMin.

Volví a la casa yendo a la habitación de JiMin, encontrándolo dormido. Su respiración era tan tranquila, ignorante a todo lo que se desarrollaba a su alrededor. Sonreí satisfecho y tomé una pluma con una hoja, fui a la habitación, que supuse y era de la madre de JiMin, para empacar la suficiente ropa que simulara una ida. Cuando terminé, esculqué los papeles que había en un bolso colegial divisando minuciosamente la letra de la señora Park y comenzando a escribir una nota para JiMin en nombre de su madre.

Todo estaba saliendo a la perfección.

Como último paso, dejé la carta pegada en la puerta de la nevera con un imán en forma de sandía y subí al auto de la señora Park. No sin antes llevar conmigo sus pertenencias, incluido su teléfono. Nada debía fallar. Nada.

Mandé un rápido mensaje al nombre de mi tío con claras indicaciones.

"JiMin quedará a tu cargo, Kim. JiMin no se ha tomado las cosas bien y yo debo encargarme de asuntos laborales, me han ascendido y JiMin no puede quedar solo. Así que te pido encarecidamente que por favor vayas con nuestro hijo en los días que yo esté ausente.

Dile a JiMin que lo amo, espero estar en casa pronto"

.

.

.

Por ser capítulos finales (y porque he estado mucho tiempo inactiva).

1/4