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La tarde en casa de JiMin fue agradable. TaeHyung intentaba conocer todo acerca del mayor pero cada que el chico de sonrisa cuadrada le preguntaba sobre temas demasiado íntimos, el contrario se retraía y de repente todo se tornaba muy tenso. Prefirió no dañar el bello momento que compartían, incluso habían pedido pizza.

— ¿En cuanto llega? — Había preguntado JiMin cuando vio al menor colgar el teléfono.

— Media hora — Le sonrió — O eso creo.

JiMin sentía que podía confiar en TaeHyung. Era alguien amable, dispuesto a oír, y muy guapo. Bueno, quizás esto último estaba demás.

— ¿Quieres tomar algo? — Eran un poco más de las 6 y JiMin pensó en que TaeHyung tenía un don para cocinar. Recordó que el almuerzo que TaeHyung preparó para ambos estaba delicioso y la boca se le hizo agua.

— Deberíamos comprar refrescos, o algo. Por me imagino que no tienes ¿Verdad? — Se hallaban en el sofá. El mayor recostaba su espalda sobre el respaldo con un cojín detrás de este mientras pasaba los canales de la TV, el menor de ambos recientemente se había sentado, tras colgar el teléfono, a una distancia considerablemente aceptable de su lado.

— Hmn, es cierto... — Algo dentro del cerebro de JiMin le quería recordar algo importante, algo que tenía que memorizar; pero el golpe de TaeHyung en su brazo lo distrajo por completo. Dejó el control a un lado para mirarlo con atención.

— Vamos al super. Yo invito — TaeHyung observó los ojos de JiMin que eran meramente iluminados por la luz del televisor. El volumen estaba bastante bajo, por lo tanto cualquier susurro era claramente oído por los dos. TaeHyung sonrió ladinamente dejándose llevar por la hermosura de su acompañante, JiMin sentía un calor en todo su cuerpo, no sabía qué pasaba pero la sensación era bastante extraña. Si alguno no hacía algo, pronto pasaría cualquier cosa — Levántate.

TaeHyung se había parado de un tiro asustando a JiMin, salió de la sala sabiendo donde estaba la salida y se encaminó a ésta esperando al mayor en la puerta, aun sin abrirla. JiMin se levantó con las mejillas coloradas, todo el calor que su cuerpo desprendía momentos atrás, se había desplazado hasta su cara; parecía que en cualquier momento explotaría de la pena.

Cuando llegó a lado de TaeHyung ya la puerta estaba abierta, salió con la cabeza gacha y caminó al lado del menor, por su lado TaeHyung trataba de controlar las ganas de reírse. JiMin le era tan curioso.

Parecía un muñeco, de esos que puedes tomar y hacer lo que quieras con ellos. Esa parte era la más perturbante para TaeHyung.

Demasiado delicado, JiMin.

En menos de lo que pensaron llegaron al local a donde siempre iba los domingos en la noche. TaeHyung lo miraba de reojo y notó cómo el rubor que antes cargaba desaparecía de un momento a otro. Se puso en blanco y su caminata aminoró mirando a lo lejos.

Sus labios temblaron un poco pero volteó a ver a TaeHyung quien había mirado en a dirección que antes veía JiMin para notar que no había nadie. Le pareció extraño pero no mencionó nada.

Caminaron en silencio por los pasillos para seguir al final hasta encontrar la sección de líquidos y bebidas.

— ¿TaeHyung? — Una voz ronca habló a espaldas de ambos.

Inmediatamente se dieron vuelta para ver a un sorprendido YoonGi con una papa de limones en la mano.

— Ah, eres tú. YoonGi — Rodó los ojos tomando del brazo a JiMin para pegarlo más a él — ¿Que quieres?

El de cabello oscuro dirigió su vista al brazo del menor y como sostenía con firmeza al contrario. Levantó los hombros observando esta vez a JiMin.

— Hola JiMin — Lo saludó.

TaeHyung soltó al nombrado turnando los ojos en cada uno.

— H...Hola... YoonGi — Bajó la cabeza mirándolo de a través de las pestañas.

Y ahí estaban los tres. JiMin con las manos enredadas en su espalda mordiéndose el interior de los labios, YoonGi esperando que alguien dijera algo y TaeHyung con la boca abierta y la mano en el pecho.

El menor se recompuso luego de unos segundos para solo decir: — Me siento indignado.

Dicho esto dio media vuelta y se fue doblando en un pasillo.

— Es un pendejo — Insultó YoonGi restándole importancia. Pasó la vista de sus preciadas papas para ver a JiMin, quien miraba el final del pasillo como esperando a que TaeHyung apareciera. Su pecho dolía, y no sabía porque — Volverá, debe estar por ahí.

JiMin lo miró. Bajó la cabeza.

— S...Si... —YoonGi suspiró rascándose la nuca.

— Oye — Lo llamó. Sus miradas se cruzaron y JiMin desvió la vista, incómodo — No tienes que hacer eso siempre, de verdad que me es molesto.

La tenacidad de las palabras casi le sacan un sollozo a JiMin. Sus manos sudaban en frío y sus dientes castañeaban.

— L..Lo... — tragó duro cuando sintió que YoonGi se le acercaba. Pensó que quizás haría algo, pero simplemente pasó por su lado para irse.

Auch.

JiMin no levantó la mirada. En su lugar desató sus dedos y contó las líneas de la palma de sus manos. Su vista estaba demasiado empañada y no lograba ya divisar con claridad si estaba pisando las baldosas o ya estaba en el pavimento de la calle.

No sabía qué demonios hacía él ahí. Lo mejor era que volviera a casa y descansara. Dejó caer sus manos para secarse las mejillas con los hombros.

TaeHyung tenía dos Gash en la mano y corría por todos lados buscando al escurridizo de JiMin. Tenía un mal presentimiento, uno muy malo.

En la caja se encontró a YoonGi, y aprovechó para preguntarle.

— ¿Sabes a donde fue JiMin? —El mayor solo lo ignoró.

Así que era cierto lo de conseguirme reemplazo.

— ¡YoonGi! Esto es serio, venga, dímelo — El pitido del escáner sonó.

—No lo sé. Solo lo dejé allá, parecía asustado así que me alejé —YoonGi tomó sus cosas y encaró a TaeHyung — Deja de cuidar a niños.

—¡JiMin no es un niño! ¡Hasta es mayor que yo! — Fruncieron el ceño.

— Peor aún. Debería ser él quien te cuida a ti — Dijo caminando hasta la salida del local. TaeHyung lo siguió, dejando las bebidas sobre un estante.

— Estas celoso. Idiota —YoonGi ignoró su comentario, porque tal vez era cierto, y siguió su camino rutinario esta vez caminando; ya que anteriores veces se iba en el auto de su padre.

TaeHyung se cruzó de brazos sin darse por vencido. Iría a su casa.

Si no estaba en el super, lo más probable era que estuviera allá.

[...]

Golpe. Patada. Corte. Patada. Puño. Empuje.

Y JiMin creyó que no saldría vivo de esta.





  ► AgustJMin◄  

Sorry... I'm gay 【 YM 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora