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Los pájaros cantaron como si fuera el mejor día del mundo. Las gotas de rocío se deslizaban lentamente por toda la extensión de las hojas de aquel árbol que TaeHyung miraba fijamente desde la ventana de su habitación.

Un sin fin de preguntas se alzaron frente a él en cuanto había pisado el porche de su casa, y es que Jesucristo, el chico había llegado con hematomas por todo su rostro y brazos, empapado hasta la consciencia y con sangre en cara y camiseta. Estaba temblando, pero nadie supo que la realidad de esa acción era la rabia que lo consumía por dentro. Odiaba a ese chico. Odiaba con todo su ser a WuXi y pensó en que JiMin estaba realmente ciego al haberse enamorado tontamente de él. Ninguno merecía tanto.

JiMin no merecía tantos abusos y WuXi no merecía a una gran persona como pareja.

Ignoró a su madre cuando llegó mientras subía las escaleras pesadamente y los gritos escandalizados de ella resonaban por todos lados. El menor tuvo que dar un portazo para que su madre cerrará de una vez por toda la boca. Luego se había encontrado en el baño sacando utensilios de aseo y comenzó a curar y limpiar sus heridas.

No era momento de pensar en lo que estaba bien o mal. WuXi había sido claro, y ¿qué tanto era golpear a alguien? Un par de puñetazos, había dicho WuXi con una sonrisa en su rostro.

— Prometo que dejaré a todos en paz si haces esto —A TaeHyung le había parecido extraño aquella propuesta, pero decidió que lo mejor era no preguntar más y terminó aceptando.

Hizo una mueca pasando el algodón por un lado de su tabique y rodó los ojos al notar como había una pequeña cortadura en su mejilla. Un gran verde se veía creciente en su pómulo, así que dejó el algodón a un lado abriendo el grifo del lavamanos y procedió a lavarse la cara sin mucho cuidado de evitar lastimarse. Gruñó y se quejó del ardor, pero apenas hubo terminado, secó su cara y bajó hasta la cocina por algo de hielo seco.

Logró oír unos sollozos y rodó los ojos para sentirse mal. Su madre sólo se preocupaba por él.

La escuchó hablar, sin embargo no se detuvo a ver con quien hablaba. Subió rápidamente y volvió a cerrar la puerta de su habitación. Entró al baño y puso la bolsa de hielo en el área más afectada.

— Diablos... —Susurró cerrando uno de sus ojos.

La puerta de su habitación fue abierta y no se molestó en ver de quien se trataba, apretó los ojos arrugando su nariz. No se molestó ni en moverse sólo hasta que alguien quitó aquellas bolsas llena de hielo de sus manos.

— ¿Qué te pasó? —TaeHyung abrió sus ojos observando aburridamente a las dos personas que menos quería ver en ese instante. No sabía ni por qué todo le estaba fastidiando.

— No les interesa. Devuélveme eso —HoSeok escondió la bolsa detrás de su espalda para que TaeHyung no la alcanzara. El menor bufó cruzándose de brazos.

— ¿En qué andas metido? ¿Acaso te pelearse con JungKook?

La sola mención de su nombre puso incómodo a HoSeok, fingió lo mejor que pudo para que nadie lo notara.

— Querrás decir J... —TaeHyung dejó las palabras a medio decir y sus labios temblaron de la impotencia. Quería gritarle los cuatro vientos, quería matar a WuXi por ser tan hijo de puta. — ¡Mierda!

HoSeok frunció su ceño con notable molestia y se apresuró a tomar de uno de los brazos a TaeHyung. Estaba preocupado, TaeHyung estaba herido y aquellos golpes eran resultado de algo que él no sabía. Quien fuera iba a pagarlo caro, nadie tocaba al castaño. Aunque ya no fueran pareja se sintió mal al no evitar que le hicieran un daño como esos.

Sorry... I'm gay 【 YM 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora