Sorry... I'm gay 【 YM 】

023

JiMin limpió una lágrima que caía por su mejilla levemente sonrojada por el frío. Tomó una bocanada dando vuelta mientras escuchaba la voz del señor Kim por los amplificadores de la iglesia. Caminó cabizbajo sin saber realmente a donde iba.

Sus labios se movieron frenéticamente dejando escapar un tierno puchero y pronto sus mejillas estaban completamente mojadas. Las lágrimas solo salían cada vez que él lo recordaba.

Trató de normalizar su respiración sin dejar de sentirse el peor pecador de todos en el mundo.

Uno cosa es que te gustara un chico.

Lo que él había hecho estaba a otro nivel, a uno religiosamente detestable e insano. Jodidamente asqueroso, incluso para él.

No entendía porque no daba el paso para detener todo. Quizás era cierto lo que JiHoon le había dicho ese día, recordaba las palabras martillando su cerebro una y otra vez.

— JiMin, eres un masoquista —Repitió recordando como su garganta ardía de tanto gritar. JiHoon lo había mirado de una forma tan odiosa... Y verse tan expuesto frente a dos chicos no fue mucha ayuda. Aunque JiHoon apenas y reparó en eso.

Iba con la cabeza gacha dejando que el llanto fluyera en silencio. Cruzó sus brazos apresurando más sus pasos hacia cualquier lugar que fuera lejos del dolor. Se vio chocando con alguien pero gruñó con molestia y sin pedir disculpas continuó caminado, casi trotando.

Las gotas mojaron su cabello y ropa. Era demás decir que estaba empapado, seguramente se resfriaría, sin embargo no lo consideró importante para el caso. Sorbió su nariz tragando en seco y dejando caer sus manos para comenzar al correr.

Gritó respirando irregularmente y con un tropiezo cayó de bruces a la acera chapuleante. Su mejilla derecha golpeó no tan suavemente el cemento y prefirió quedarse tendido en ese lugar mientras continuaba sollozando.

— S—Soy... s—soy u—un ridículo —Se auto reprendió dando leves azotes de su frente contra el piso — Un i—iluso —Golpeó con más fuerza apretando los ojos — ¡Un idiota!

Un brazo paso por su abdomen tirándolo con firmeza y la lluvia dejó de caer sobre sus hombros. JiMin abrió estrepitosamente sus rojos ojos y se giró rápidamente para ver de quien se trataba.

Sin duda no lo conocía.

— ¿Estas bien? —Las cejas fruncidas y los ojos contrarios lo observaban con sumo cuidado. Escrutándolo con solo una vista; JiMin se separó bruscamente de él volviendo a la lluvia.

— ¿Quién eres? —El chico de cabello rojizo bajo el paraguas lo miró con curiosidad. Sonrió un poco.

— Hola, JiMin ¿No? —Cuestionó para que el menor bajara más la guardia.

— ¿Cómo sabes mi n—nombre? —JiMin se abrazó a sí mismo cuando sus dientes comenzaron a castañetear.

— Mi nombre es HoSeok.

JiMin tembló bajo la lluvia sin entender nada.

— N—No te cono—nozco, H—HoSeok —Titiritó.

El mayor ladeó los labios en una mueca acercándose para tomar a JiMin del brazo. El menor no se opuso.

— Vamos, seguro querrás ir a un lugar menos húmedo —El menor asintió apegándose más al cuerpo de HoSeok para no mojarse tanto — Wojojo, vale, vale. El auto está ahí —Indicó quitando el seguro con el control.

HoSeok dudó de que hacer para que JiMin soltara lo que él quería saber. ¿Cómo...?

— HoSeok, no se quien seas la verdad. Pero necesito hablar con alguien justo ahora —Las palabras que mencionó JiMin apenas el entró al auto lo dejaron pasmado — Supongo que si me dejas entrar a tu auto en estas condiciones, podrás permitirme contarte mis problemas. Solo para desahogarme un poco, porque... Lo necesito.