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Luego de medio siglo, vuelvo a tener internet. Especial 1/2

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Los ojos de YoonGi iban fijos en la carretera. La navidad era bella en corea, a excepción de la maldita nieve que atraía un frío asquerosamente exuberante y molesto; seguramente si estuviera en casa con JiMin, ambos estuvieran acurrucados en cama, o probablemente teniendo sexo -el menor se había vuelto adicto a eso, y no es como si al azabache le molestara, en lo absoluto-, y, santo cielo, esa era la mejor parte de navidad. Pero bueno, esta vez esa no era la situación última.

Estacionó a un lado de la calle sin querer meter su auto entre otros más en los alrededores y salió cerrando rápidamente. Dio pasos largos sobre la tierra escuchando la música retumbar sus oídos y sus retinas se iluminaron cuando las luces neón alcanzaron sus ojos.

Odiaba estar ahí, pero tenía que.

Agradeció al cielo porque no había nevado de forma muy sólida, algunas veces incluso granizaba pero no había caído exactamente nieve... Igual hacía frío. Daba igual.

Al estar frente a la entrada, un tipo enorme -que no parecía en lo más mínimo asiático - le pidió su nombre y este lo hizo.

- Vengo a ver a Jung -Indicó pacientemente en voz alta, seguramente si hablaba despacio nadie lo oiría por la música. El hombre asintió y habló por el walky-talkie en algún idioma que no conocía, sonaba a alemán. - Maldita sea, HoSeok -Susurró entre dientes.

- Me han dicho que está ocupado.

YoonGi rodó los ojos hastiado.

- Si, bueno. No estoy para esperar a nadie -Empujó al tipo sin esperar señales. Este intentó atajar al azabache pero este fue más ágil, en un rápido movimiento corrió dentro y se mezcló entre la manada de mujeres y hombres que saltaban de un lado a otro al ritmo de la música sin control alguno. En cuanto estuvo seguro de que había sido perdido de vista, de momento, relajó sus músculos. Calculó unos dos minutos para que ellos lo encontraran, así que con la naturalidad más fingida que pudo crear en ese instante, despeinó su cabello y relamió sus labios acercándose a una rubia en la barra. - Hola preciosa -Susurró en su oído sentándose y haciéndose a su lado. Miró con disimulo en la segunda planta notando a los de seguridad que se comunicaban por medio de sus auriculares caros, tuvo que aguantar las ganas de resoplar una vez más.

- Hola -Fue lo único que respondió la chica. YoonGi le sonrió y pidió una bebida, sólo necesitaba pasar desapercibido y aquella rubia le estaba ayudando en ello por el solo hecho de estar con él en la barra. - ¿Y qué te trae por aquí? -YoonGi no la miró mucho. Recibió su bebida luego de unos segundos.

- Visitando a un amigo -Respondió presionando sus cejas. Se sentía molesto, seguramente el pelirrojo debía andar con unas cinco putas a los lados, lamiéndolo y chupeteándolo todo.

- ¿Amigo? -Aunque el azabache no pudo verlo, la chica se sonrojó. En la mente de la rubia pasaron muchas imágenes pervertidas de dos hombres teniendo sexo de forma ruda y negó rápidamente volviendo a la realidad - Y supongo que entraste a la fuerza. -YoonGi la miró con confusión, ella sonrió picaronamente aún con esos pensamientos rondando su cabeza. Era simplemente muy difícil no imaginar esas situaciones cuando te la pasas 24/7 leyendo y viendo cosas homosexuales, pero bueno. - Creo que vienen por ti, muchachón. Será mejor que yo te cubra.

Y efectivamente venían por YoonGi, dos tipos más grandes y aparentemente más formados físicamente se acercaban de lados diferentes. A los demás no les importaba lo que ocurría, con las luces palpitantes apenas y se lograba ver algo claro.

Sorry... I'm gay 【 YM 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora