Encuentro

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Las puertas del elevador se cerraron, las piernas de Haneul se volvieron de plomo y su cara estaba hecha una piedra, la sorpresiva confesión de Lee Hani la tomó desprevenida y quedó de una pieza.

— Haneul, di algo, lo que sea.

Lee Hani erradicó la distancia que había entre ambas y posó su mano sobre el hombro de la castaña.

— Haneul, ¿Me estás escuchando?

Ella no escuchaba nada, solo la frenética pulsación de su núcleo. Eran como incesantes pinchazos.

— Haneul... — murmuró. — Haneul...

La joven de piel cremosa, bufó. Bufó llena de ironía y finalmente se echó a reír.

— ¡Eres excelente actriz! ¿Te lo habían dicho? Déjame darte crédito esta vez, Hani.

Lee Hani frunció el ceño mientras en sus labios se enmarcaba una línea apretada.

— ¿Qué mierda?

— No tienes que inventar una mentira de esa magnitud, en serio, no es necesario. No te voy a arrancar el pelo, ni pienso cagarte a piñas. Sé que vas a tener un hijo con Jungkook. ¡Está bien! ¡Felicidades!

— Aun no lo entiendes.

— ¿Entender qué? No necesito ser un genio para saber que estás aquí, en mi CASA, burlándote de mi intelecto.

— Vaya, Haneul. No sé quién es más estúpido, si tú o mi hermano.

La mandíbula de Haneul cayó abierta y la miró bruscamente.

— ¿Y ahora me llamas estúpida? ¿Cuál es tu maldito problema?

— ¿No lo sabes? Estoy cansada, cansada de saber acerca de sus peleas infantiles, me cala hasta los cojones estar involucrada en sus disputas, que Jungkook me tomé como un maldito escudo para no involucrarse sentimentalmente contigo y que al final terminara como un tonto resentido y celoso porque su querida esposa sale con su mejor amigo.

Haneul se quedó boquiabierta, Lee Hani tomó su mano y la condujo hacia su loft, entrando y luego cerrando tras ella.

— No te invité a pasar.

— Lo sé, pero no me iré hasta que aclaremos todo.

Lee Hani se sentó en el diván y palmeó el espacio a su lado para que ella se sentara.

— Quizá deberías sentarte.

Haneul aceptó, dubitativa. Lee Hani suspiró y finalmente encontró el valor para continuar.

— Somos hermanos de padre. Cuando él tenía tres años nuestro padre conoció a mi madre y se enamoraron. Su mujer era una persona dura y rígida, creo que ya has podido comprobarlo por ti misma. Él y mi madre fueron felices por un tiempo, nací yo, pero su mamá se enteró y amenazó con irse del país y alejar a Jungkook de él si no terminaba su relación con nosotras. Él aceptó y dejó su relación con mi madre, sin embargo nunca me abandonó a mí. Enviaba dinero y se las arreglaba para verme en el colegio, en el parque, durante sus horas de trabajo para que su mujer no sospechase. Nunca dejé de tener contacto con él. Cuando cayó enfermo y estaba a punto de morir, le habló a Jungkook de nuestra existencia, y él fue a buscarnos. Yo tenía entonces diecisiete años y él veinte. Mi madre, por aquel entonces, estaba también enferma y nos ayudó en todo lo que pudo. Cuando ella también murió, él me buscó un trabajo en Lotte, pero yo no quise que nadie supiera nuestro parentesco. Si su madre se enteraba de que me había ayudado y que tenía relación conmigo, le habría hecho la vida imposible, y en la empresa tampoco están muy bien vistos los hijos fuera del matrimonio, el Señor Jeon es un obseso de la familia tradicional, así que para todo el mundo somos buenos amigos, y sé que algunos piensan que algo más. Solo Taehyung lo sabe. Le pedí a Jungkook que te hablara de ello. Te juro que no hay nada entre nosotros. Yo tengo novio, pero solo nos vemos de manera esporádica. Él es actor.

Esposos sin Derechos | COMPLETA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora