CAP. 33 - UN TRAGO DE ODIO PURO

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El cielo parecía desmoronarse. Llovía muy fuerte y todo el ambiente estaba cubierto por una densa neblina enceguecedora. Ni siquiera se podía ver uno mismo la palma de la mano. En el interior de la cueva era peor. Penumbras y sólo eso. Sino fuera por que el ser humano posee otra clase de sentidos, sería un verdadero infierno encontrarse desconectado del mundo a través de la visión. Gracias al sentido del tacto, Jungkook y ____________ (Tn) podía darse cuenta en dónde estaba el otro. No obstante, la niña estaba muy incómoda.


Desde hace un tiempo que ambos permanecen juntos en esa posición: la chica sentada encima de las piernas del pelinegro. Al parecer, ese contacto había aminorado considerablemente la sensación de frialdad que había en sus cuerpos, en especial para el muchacho.


Jungkook no lograba comprender porqué ____________ (Tn) sintió tanto frío si su piel estaba tan calientita. Además, tampoco entendía porqué su propia temperatura subió más de lo esperado. La niña era una grandiosa fuente de calor para él.


La jovencita notó, desde el inicio, que Jungkook desprendía un calor muy singular. Era una especie de calor que Jimin irradiaba cuando la abrazaba y estaba muy pegado a ella. No tenía idea del porqué los chicos eran así pero al menos se sintió un poco cómodo y ya no temblaba tanto de frío.


Por su parte, Jungkook trataba de luchar consigo mismo. Estaba muy nervioso, ya que no era habitual para él esa clase de contacto con nadie y menos con una niña. El pelinegro apretaba sus labios intentando ocultar su agitación: su respiración era tan irregular como si el aire estuviese pesado, su corazón palpitaba más aprisa de lo normal y comenzaba a experimentar sensaciones ajenas a su costumbre. Era una completa tortura. Y todo por el cálido cuerpo de ____________ (Tn).

- Jungkook ... - habló la chica tenuemente. El pelinegro se sobresaltó al oír su nombre. - Jungkook, ¿qué haremos?


El chico no sabía que responderle. Estaba tan embriagado por el olor del perfume de la niña que su mente estaba fuera de sí.

- Jungkook... - musitó ____________(Tn) nuevamente. No obstante, el muchacho no contestaba. Cada que él oía su nombre, más enloquecía. – Jungkook, dime algo... me estás asustando.

- Yo... - comenzó a decir el pelinegro. – de-debemos irnos de aquí... ahora...

- Pero... está lloviendo muy fuerte. – argumentó la chica sorprendida ante la decisión del joven. El chico exhaló entrecortadamente. Hubo silencio unos segundos.

- Jungkook... - volvió a llamar la chiquilla – Me estás apretando mucho con tus brazos.

- Lo... lo siento... - se disculpó el pelinegro aminorando su fuerza.

Obsesionado con mi rehén (Jimin y Tú) (BTS Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora