SINOPSIS:
¿Creen ustedes en el amor a primera vista? ¿Sí? ¿No?
__________(Tn) es una chica de 17 años común y corriente que desea tener amigos, pero para su mala fortuna no logra conseguirlos ya que la consideran "rara".
Un...
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Jungkook estaba aseando su rostro en el lavabo del baño, mientras pensaba:
- ¿Qué rayos tiene de especial esa chica? Tiene bonito el cuerpo, pero la verdad yo he conocido muchas chicas lindas en nuestro país, ¿Por qué fijarse en ella entonces? ¿Qué es lo que hace que Jimin esté locamente obsesionado con ella?
El peli-negro estaba tan sumergido en sus pensamientos, que, cuando se escuchó el quebrar de vidrios no lo advirtió hasta un segundo después.
- Ay no, ¿y ahora qué? – se dijo en voz baja el chico.
Caminó al pasillo-vestidor del baño y por la ventana, espió por un lado de sus bordes. Pudo notar que un tipo todo vestido de negro desde sus zapatos hasta su gorra, entraba al dormitorio que se encontraba externo a la casa a través de una de las ventanas que había roto. Llevaba gafas obscuras y un cubre-bocas que ayudaban a perder los detalles de su faz, por lo cual, Kookie no pudo identificarlo.
El pelinegro sonrió burlonamente.
- ¿Y qué debo hacer ahora? ¿Llamar a la policía? – se dijo el muchacho aún con sorna.
Sin dejar de mirar por la ventana, Jungkook preparó su pistola. Sus cautivadores y profundos ojos negros brillaban fulgurantes ante cada movimiento del intruso. No perdía detalle alguno.
- Parece que nuestro amigo busca algo. – susurró para sí.
Posterior a un tiempo, el tipo salió de la alcoba, y bajó las escaleras con rumbo al pequeño patio. El peli-negro, rápidamente se agachó para que no pudiera verlo por la ventana y esperó unos segundos. Pudo escuchar con claridad como la puerta de la cocina era azotada.
- ¡Es mi oportunidad! – se dijo y salió con cautela del cuarto de baño para dirigirse a la habitación siguiente y utilizar una maniobra para saltar desde el balcón de la habitación al primer piso.
Así iba a hacerlo hasta que percibió que el sujeto merodeaba por la sala de estar.
- Esperaré a que se marche a una habitación para bajar. – se ordenaba Kookie mentalmente. – Luego, me sujetaré del poste de la iluminación del jardín y bajaré con mucha cautela. Entraré por la puerta trasera de la cocina y sorprenderé a ese tipo por las espaldas.
Estaba concentrado en su plan, cuando oyó que subían por los escalones.
- ¡Es ahora! – pensó y se arrojó desde el balcón del dormitorio hasta el poste del alumbrado del jardín.
