Capítulo XIX
Iker
Estoy con Charlotte, la bella rubia con un cuerpo espectacular, la que en una escuela de Estados Unidos no debe faltar. Estupideces.
Ella fue mi novia el año pasado, pero la terminé porque no quería nada de romance y ella sí, para mí nunca significó una relación como "formal" mi hermano y su novia si la conocieron y sabían lo que ella significaba en mi vida, que era nada, pero no les caiga... ¿y es que a quién? Suele ser una chica odiosa, que siente que mantiene el control de todo, pero no de mí, y eso la fastidiaba demasiado, ahora me pregunto cómo pude andar con ella, Zack decía que conociera, que saliera, después de mi última relación antes de Charlotte no fue nada agradable, y por eso soy como soy ahora, que no me interesa ningún tipo de relación con las mujeres si no es para algo más apegado, así que Charlotte decidió que fuéramos amigos pero que de vez en cuando nos diéramos la compañía que necesitábamos... sí se refería a solo tener relaciones sexuales yo acepte porque realmente no me interesaba llegar a más con ninguna chica, mi pasado es algo de lo que no me alegro pero las personas cambian y yo cambie...
- ¡Iker! – escucho a lo lejos como gritan mi nombre, Charlotte y yo volteamos. Es ella, Allison, esa chica que me ponía los nervios de punta, que cada que la veía o estaba con Zack y Julissa, me alejaba. Se acerca corriendo a donde estaba con Charlotte.
- Quiero hablar contigo. – dice un tanto agitada y ¿nerviosa? Pero decidida, muerde su labio inferior y yo pongo los ojos en blanco, pero no puedo evitar verla.
- Estoy ocupado ¿qué no vez? – digo en un tono un poco grosero haciendo un gesto con mi mano de que estaba Charlotte ahí.
- Me vale un carajo, quiero hablar contigo. – dice ella alzando la voz, vuelvo a poner los ojos en blanco.
- Nos vemos después Charlotte. – le doy la espalda, poniendo total atención en Allison, ambas se sorprendieron, Charlotte bufó y se fue de ahí dejándonos solos. - Y bien... ¿Qué quieres? - Digo cruzándome de brazos...
Ella era hermosa, sus ojos marrones y su cabello castaño, su piel un poco morena, la miro a los ojos y nuevamente hubo conexión extraña, en sus ojos veía mi reflejo, Allison era más que hermosa.
- Una explicación. -dice tranquila, alzo ambas cejas.
- ¿explicación de qué? – digo sin quitar mis ojos de los suyos.
- Del por qué te comportas grosero conmigo, de porque te vas cada vez que estoy cerca, del porque desde el primer instante no quisiste hablarme, de porque no me diriges la palabra. – dijo ella y no pude evitar sentirme un poco mal a ver sus ojos enojo y frustración. No supe que decir... - Contéstame. ¿A caso me odias? – dice y entonces frunzo el ceño, ella está loca.
- ¿Qué? No, claro que no, no te odio, estás demente, no seas patética.
- ¿entonces qué te pasa conmigo? – se cruza de brazos y en un momento me dan ganas de reír, se ve tierna enojada, parece un chihuahua.
No sé qué decirle... no puedo decirle la razón por la que me iba, no puedo decirle que me hacía sentir raro, algo que nunca, jamás nadie me hizo sentir, que era la primera chica que me ponía nervioso y era una sensación que no quería sentir ni por ella ni por nadie... que la verdad dudaba bastante que otra chica me hiciera sentir así, no podía decirle nada, porque es estúpido que yo sienta esto en tan solo cinco días, es una mierda, es ilógico, pero joder, me está pasando.
Así que solo dije lo primero.
- Porque... me caes mal... no te soporto... - me quiero tirar un ladrillo, es una contestación muy pendeja de mi parte. Ella abre los ojos más de lo normal y empezó a reír, quería reír yo también, por que realmente sonó muy estúpido.
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Siempre has sido tú ©
Jugendliteratur- ¿Qué mierda me haces? No lo entiendo. - volteo a verlo confundida, ¿hacerle qué? Si es él quien me provoca torticolis. - A que te refieres... - digo sin despegar mi mirada de la suya. - Dios, eres una chica hermosa, realmente hermosa - se acerca...