Capítulo XXXVIII
Allison
Despierto por los gritos de mi madre diciéndome que debía bajar porque me buscaban, miro el reloj y son las ocho y media de la mañana ¿qué mierda? Quien viene tan temprano a buscarme, me levanto y me pongo unas pantuflas, froto mis ojos y bostecé
- ¡Ya voy! – grito para que mi mamá me escuchara.
Entro al baño, me lavo la cara y cepillo mis dientes, hago mis necesidades, lavo mis manos y salgo de mi habitación, bajo las escaleras y vi a Andrea sentada en el sofá.
¿Y ella que hace aquí?
No sé, averigüemos.
- Hola – se paró y se acercó a saludarme.
- Hola – respondo un tanto confundida. – perdón las "fachas" nadie viene tan temprano a buscarme, pensé que era alguien más y por eso baje en pijama, lo siento.
Traigo puesto un pantalón de felpa blanco con estrellas lilas, y la parte de arriba era azul de la misma tela de manga larga.
- No te preocupes, hasta cierto punto yo también vengo en "fachas" – dijo haciendo comillas y apuntando su vestimenta deportiva. – venía de correr y quise pasar. – sonrío - ¿podemos hablar? – pregunta un tanto dudosa y yo de la misma manera asiento.
- Siéntate – sonreí, ella me hizo caso y la miro. – dime ¿para qué soy buena? – trato de sonar calmada y pasible.
- Bueno, quiero hablar contigo acerca de lo que pasó con Damián – agacha la mirada y jugó con sus dedos. – Como sabrás, no lo he podido olvidar y aunque sé que ya no andan, por mi culpa claro – rodó los ojos y antes de que continuara la interrumpo.
- No, no fue del todo tu culpa – dije un tanto seria. – fue culpa de los dos y aparte lo mío con Damián no daría para más, la distancia, su encuentro, su acercamiento y nuestro alejamiento, créeme no daría para más – trato de no hacerla sentir culpable, si perdone a Damián, ¿por qué a ella no?
Somos tan lindas.
Lo sé.
Matémosla
Claro que no.
- Bueno, pero, aun así, de mi parte nunca te ofrecí una disculpa, y quiero hacerlo, de verdad discúlpame, jamás intenté separarlos, pero lo que ustedes sienten es amor de amistad, y aunque me daban celos de ti, ahora sé que realmente su amistad es sincera, de verdad perdóname, nunca quise que las cosas fueran así, de esa manera. – muerde su labio inferior – yo lo quiero Allison, siempre lo he querido y no lo he olvidado. – dijo.
Siempre supe que Andrea tenía buen corazón, a simple vista parece una chica como todas las demás, tal vez un poco loca, pero cuando la conoces sabes que tiene buen corazón.
- Entonces regresen – sonrío y ella me mira sorprendida.
- ¿Qué? – dijo sin poder creer mi respuesta.
- Sí, regresen – suspiro – mira sé que te sorprende porque hace unos meses jamás te hubiera dicho algo así, pero entendí que él tampoco te ha olvidado, ni te ha superado y ambos confundimos las cosas, si ya te hubiera superado, no te hubiera besado, él también te quiere y si ese sentimiento entre los dos sigue, regresen, empiecen desde cero, superen los errores, y ámense. – ella sonrío.
- Creo que hasta cierto punto tienes razón, hasta ahora no hemos regresado como tal, pero estamos en proceso, gracias y de verdad lo siento mucho – se levanta, yo hago lo mismo y sonrío. – Sólo vine a eso, lamento despertarte ¿amigas? – pegunta y estira su mano para que la tome, la miro con los ojos entrecerrados, sonrío y tomo su mano.
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Siempre has sido tú ©
Novela Juvenil- ¿Qué mierda me haces? No lo entiendo. - volteo a verlo confundida, ¿hacerle qué? Si es él quien me provoca torticolis. - A que te refieres... - digo sin despegar mi mirada de la suya. - Dios, eres una chica hermosa, realmente hermosa - se acerca...