Exordio: Hedonista

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Su piel estaba empapada en sudor, sus ojos brillaban expectantes, aún con sus párpados levemente caídos resultado del agotamiento, sus labios eran poseídos por sus dientes los cuales, sin compasión, llegaban al punto de hacer que un sabor metálico y de tono carmín brotara de ellas llegando a su resecada faringe, su respiración era errática y los músculos de sus brazos se tensaban. 

Un mareo pareció mecerlo a medida que las luces rojas nublaban su vista casi por completo. Con gran esfuerzo logró captar una silueta firme y blanquecina, en aquel rostro se plasmaba una sonrisa que le provocaba un estremecimiento, esas venosas manos hacían una seña que él bien conocía y deseaba olvidar.

Si su corazón ya latía de por sí de una manera descontrolada para aquel momento, las oleadas de nerviosismo comenzaban a plasmarse en sus manos pues estas se volvían temblorosas. Más poco había durado, pues todo se volvió negro 

¿Era un recuerdo o se trataba de la realidad? 

No sabía qué ocurría, en sus oídos sentían un pitido mortal, olor a gas y veneno en humo lo iban abrumando. Los recuerdos de voces lo azotaban cuál látigo, carcomiendo su escasa paz mental lo estaban absorbiendo en el momento en el que aquellos finos labios comenzaron a susurrar esas palabras.

La sangre se deslizaba por sus dedos, sintió su cabeza en un limbo de angustia atosigante, sus huesos no respondían y su sistema motor parecía que pronto colapsaría, el sentimiento de estar atrapado lo sofocaba y un leve jadeo de escozor escapó de sí en el momento en el que sintió unas manos sujetarlo y sacarlo de aquel espacio tan reducido. Dirigió una última mirada a aquel sitio y trato de gritar pero nada salió de sí, pereciendo en su corazón hecho cenizas y en pleno auge de la muerte, palabras que jamás se atrevió a decirle en vida.

"Lo primero que debes de preguntar es quién es, lo segundo es hasta donde se atreve a llegar."

"¿Pensabas que eras el único causa problemas de la ciudad pequeñín? "

—" Supongo que la salvación no se puede dar para personas cómo yo"

"¡Su muerte es culpa tuya, eres un bastardo!"

"Destruiré cada esperanza que podrías tener de escapar de esto."

" Realmente perdiste todo atisbo de cordura."

—" El odio entre él y yo es enorme, no podría amar a alguien tan despreciable como él."

"No te enamores, eso es para débiles ¿O acaso tú lo eres?"

"Todo este tiempo sólo fui un juguete, no me sorprende que esto solo haya sido un juego."

"¡Te odio Min Yoongi!"

"Eres reemplazable Park Jimin." 

"Te arrepentirás, Jeon."

"Taehyung, no nos hagas esto."

"No hay infierno que no haya conocido niñito, soy quién puede llevarte al límite y hacerte desear morir."

Siempre estuvimos indudablemente destinados al caos de amarnos

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Siempre estuvimos indudablemente destinados al caos de amarnos.

© Dangerous Passion

dangerous passion ─𝘆𝗼𝗼𝗻.𝗺𝗶𝗻 [saga hedonista :: libro 01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora