♥︎ · · · · ━━━━❝ 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗼𝗿𝗶𝗴𝗶𝗻𝗮𝗹.
Dicen que la maldad podría consumir hasta lo más puro del ser. Bueno ¿Qué pasaría si la persona que más daño causa es quién en realidad desearía salvar tu corrompida alma? El pecado, fue la inoc...
Quería hundir su mano en el dolor y agarrarlo como a un objeto próximo y estático y oprimirlo y expulsarlo de su cuerpo fatigado.
— Alejandra Pizarnik
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El reloj marcaba apenas las cuatro, cuarenta y cinco a.m. y Jinsoul se removía hasta quedar fuera de los brazos de Jimin, que plácido descansaba en los brazos de Morfeo. Ella sentada gira un poco y se encarga de cubrir mejor el cuerpo del chico antes de alejarse de la cama, sabía que Jimin había pasado por mucho en los últimos días, muchas emociones para tan poco tiempo, y ella lo conocía tan bien que era consciente de que eso era todo menos bueno para el, Jimin siempre había demostrado ser de aquellas personas que no funcionaban de manera correcta ante el estrés, por eso siempre se encargaba de mantenerlo todo listo con anticipación, pero no pudo prever lo que pasaría con Taehyung e incluso con el amante desconocido, del que ella sabía había estado durante la noche pasada, de manera que ante todas sus soluciones previas debía de rehacerlas, buscar opciones para poder anteponerse a cualquier cosa de ahí en adelante.
Sus pasos la conducen aquella puerta, con su tiempo termina con pasar por el umbral del baño y se inclina para abrir los grifos, dejando que el cálido líquido llene la tina, necesitaba relajar los músculos y esa era la manera más rápida de hacerlo, luego de haber estado con Jimin siempre repetía la misma rutina. Vuelve a salir de allí y busca un par de ropa y su pequeña bolsa en donde se encontraban los productos que normalmente usaba. Lo lleva todo y lo deja sobre el lavamanos, y lo primero que busca es el pequeño peine de finos dientes y lo segundo es una de sus cremas favoritas, dejando pequeñas gotas de ellas sobre cada uno de los chupones que el mayor había dejado en su cuello y en parte de su hombro, luego pasa el peine una y otra vez sobre la zonas, hasta asegurarse de que la sangre había vuelto a circular y ya no habían ni rastro de los pequeños coágulos de sangre, siendo así un fácil de disimular con casi nada de maquillaje, no miradas acusadoras, debido a qué la mayoría de personas si, tenían sexo, pero parecían aún en esos tiempos escandalizarse ante vestigios así, la verdad qué mantener su fachada a veces conllevaba ofrecer opciones a su propio cuerpo, sus dedos pasean sobre su piel, sus ojos azules van por cada rastro que ya estaba esfumado, y al volver a observar su rostro solo desvía la mirada.
En cuanto termina va en camino a la tina, cerrando los ojos y repasando mentalmente todo lo que tenía que realizar para lo que restaba de la semana, muchas actividades, pocas horas, siempre terminaba siendo lo mismo. Y ese momento, en el que se encontraba sola era puro oro para ella, un momento a solas era todo lo que quería muchas veces cuando todo la sobrecargaba.
En pocas horas debía de estar junto con su madre en el salón de alta costura favorita de la misma, para que sean tomadas las medidas para el vestido que ella quería que vista para la fiesta, su aniversario se encontraba ya muy cerca y eso hacía que todo sea más alborotado, como todos los años. Se encontraba fatigada, esa era la manera más simple de explicar su estado en esos momentos, es por eso que había disfrutado mucho los últimos días, era como unas cortas vacaciones para ella, unas de las que no quería que hubiesen terminado tan pronto, pero lo habían hecho.