Tal vez no eras tan molesta como creía {Ben drowned y tu}

Oscuridad

No se que soy, ni que fui. No se si soy una mujer o un hombre, ni conozco mi edad o procedencia.

Todo es de un mismo color, un color frio y humedo que no me deja moverme aunque me sienta libre, que no me deja respirar aunque ya no este respirando, que no me deja abrir los ojos aunque siga viendo, que no me deja escuchar pero escucho bocas balbucear y gritar, que me aleja de toda mirada aunque sienta ojos llorando al rededor de mi cuerpo.  De pronto llueve. Si, llueve. Esta lloviendo. ¿Seran las lagrimas de aquellos ojos? ¿La saliba que aquellas bocas gastan en gritos que no me devolveran a donde estan ellas?. No, no esta lloviendo ni lagrimas ni saliba, llueve tierra, mucha tierra. Creo que me mancha, no lo se, no lo siento.

Este color perduro con migo, no se cuanto tiempo, pero creo que fue mucho, no puedo contar los dias ni las noches. No se siquiera si realmente el tiempo pasa por aqui, ¿debo de cruzar una linea o un cartel que diga "Bienvenido, usted ahora tiene tiempo"?

Este color es muy aburrido, pero muy interesante a la vez. No es divertido porque no puedo verme ni ver mas alla de este color, pero me llama la atencion que no podia sentir mi cuerpo cuando llegue a este color, era como estar volando, era como estar libre de todo. Ahora siento comezon, reconozco que algo me muerde debajo de mi mente (no se si tengo cabeza), me hace cosquillas, pero tambien me da miedo, me esta robando cuerpo. Hay cosas que mi vision no llega a ver que me estan mordiendo y entran en mis entrañas sin permiso y roban organos que no puedo reclamar porque el color no me deja.

Esas cosas mordisquean cerca de mi cerebro ahora, es lo ultimo que les falta quitarme. No, quiero seguir pensando, aun tengo oportunidad de reconocerme en un espejo. No permitire que un color sea mas poderoso que yo.

Hice lo imposible por poder reconocer mis brazos. Los reconozco. Me costo mucho reconocer mis manos. Pero las reconozco. Fue frustante reconocer mis piernas, rodillas y pies. Pero las reconozco. Duele mucho reconocer tu propio cuerpo, pero yo lo hice, porque soy mas fuerte que los colores, porque soy mas fuerte que esa cosa que mordizquea mi cabeza para robar mis pensamientos. Soy mas fuerte.

Recuerdo que tome lo que carcomia mi mente, veia borroso, era imposible reconocer lo que era, pero lo despanzurre, descargando todo el dolor que mi cuerpo y mente fueron obligados a sufrir atrapados en ese color. Recuerdo un color nuevo, el rojo de la sangre. Y otro mas, el verde de la putrefaccion. Era satisfactorio ver esos colores de la venganza.

Vi luego una luz. Una luz blanca que queria atravezar en ese momento, porque escuchaba un nombre, no recuerdo si era el mio, pero pase la luz. Habia mucho verde en ese lugar, y mucha mas luz.

De repente todo era claro. Mi cuerpo estaba bajo tierra, mi muerte no fue justa, mis pensamientos se mezclaban con recuerdos horribles. Todo era culpa de la sociedad, la sociedad que me rechazo tan rapido, la sociedad de la que ahora quiero vengarme.