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Sus ojos cristalizados por la presión recorrieron la sala y se detuvieron en él parlante acoplado en una esquina, estaba alejado de todo lo demás en aquella sala, pero perfectamente pensado para que cuando sonara invadiera toda la habitación.

Apretó el teléfono en su mano y caminó sabiendo bien lo que iba a hacer, una vez llegó conectó su teléfono con rapidez, no le importaba si estaba permitido aquello que iba hacer, pero realmente lo necesitaba, quería olvidar sus preocupaciones, su vida, quería ser nuevamente ese niño que bailaba en la sala de su casa.

Optó por su playlist más calmada, aquellas con orquestas y canciones instrumentales, la música envolvió rápidamente aquella sala, el pelinegro cerró los ojos sintiendo como esta lo transportaba a otro mundo, un mundo alejado de todo los problemas donde solo estaba él y un fresco aire que lo dominaba, él no era como como Taehyung, él no tenia el sueño de cantar o bailar frente a una audiencia, el solo quería volar alto, quería olvidarse de todo.

JiMin se dejó a completa merced de la melodía y dejó que pasara libremente por su cuerpo, dejó que tomara cada uno de sus sentidos y que desconectara su mente de todo sus problemas, sintiendo su cuerpo moverse junto con los latidos de la canción, similar a como si una brisa muy fría y aliviadora abrazara su ser, moviendo a su voluntad cada una de sus extremidades y sentimientos, con cada movimiento JiMin dejaba todo en aquella sala que de apoco se sentía más y más grande.

La música y el baile eran lo único que le recordaba a su familia, el único puente que lo ayudaba a desconectar de una manera sana, que lo ayudaba a no sentirse como la mierda luego de trabajar, la única que lograba que aquel circulo vicioso se rompiera por mínimo tres minutos y no permitiese que se lanzara por el primer puente que viera.

La música lo hacía sentirse tan libre, tan liviano, tan él, tan normal.

La música se volvió caótica anunciando su final, sus pasos se volvieron finos y certeros, decididos, limpios, hermosos, se volvieron unos movimientos dignos de un bailarín con años de experiencia, un giró en el aire y una pose delicada fue el cierre de ese pequeño espectáculo, su respiración estaba un poco acelerada y sus manos temblaban, bajó su cabeza con los ojos cerrados sacudiendo su pelo, una sonrisa se puso en su cara, se sentía mejor, un poquito mejor

Para cuando volvió su cabeza a su posición inicial y abrió los ojos sintió como su alma salía de su cuerpo y tenía que evitar soltar un gritó del susto.

-- Maravilloso, eres increíble... ¿Cómo te llamas niño? -- Preguntó un hombre que no dejaba de aplaudir, se veía normal, con unos kilos demás, graciosa vestimenta y que sonreía sin descanso por el baile que JiMin le había proporcionado personalmente.

Pero había aparecido ahí de la anda, posiblemente entrado por la otra puerta que había pasado por alto.

-- Hace... ¿Hace cuánto estuvo aquí? -- JiMin se alarmó, nervioso hizo una reverencia y sintió como todo el estrés volvía, ¿habría escuchado su conversación con su empleado? ¿estaba ahí para alabarlo y después echarlo de la compañía por ser un intruso? ¿Dónde estaba Tae?

-- Lo suficiente para saber que te quiero para el grupo...vamos niño ¿cómo te llamas? – JiMin se sorprendió, él tenía que ser el Ceo de la empresa, miró a los lados nervioso y luego fijó su vista nuevamente en ese señor.

-- Park.... Park JiMin –Respondió observando como el Ceo sonreía complacido, ¿había hecho lo correcto?

[...]

-- ¿COMO QUE NO QUIERES? JiMin... es la oportunidad de tu vida, estarás junto a mí y cinco chicos más en un grupo que nos abrirá millones de puertas, vamos, no puedes dejar pasar esto .... -- Había pasado una semana desde que aquel señor le había propuesto a JiMin que se uniera a su próximo proyecto.

Mochi ~•YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora