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Una semana, una maldita semana donde JiMin estaba solo las veinticuatro horas del día.

Luego de haber salvado a Taehyung de una muerte segura, nadie de sus amigos querían estar cerca de él, ni siquiera por trabajo le hablaban, ya no lo esperaban para desayunar, ya ninguno le preguntaba si se sentía bien luego de sus arduos ensayos, ni tampoco aprecian en las salas de la empresa con comida cuando él se quedaba hasta tarde a ensayar, estaba solo, se sentía malditamente solo aun rodeado con miles de personas, uno de sus más grandes miedos se estaba realizando enfrente de sus ojos, él verdad trataba de que su relación con los chicos no se cortara, pero estos lo ignoraban, hasta en los ensayos se notaba como todo el grupo se alejaba por momentos, tomando unos cuantos pasos alejados del rubio, unos pasos que a vista ajena delataban que algo estaba pasando.

Los primeros días trataba de sonreír y tomar como una broma lo que pasaba, pero ahora el miedo y las ganas de llorar lo consumían cada vez que quería hablar con uno de los miembros y ellos se iban ignorándolo muy cruelmente, JiMin no era de hielo para afrontar todo, era un maldito humano, ver como el grupo se desasía, como las coreografías se veían incompletas, como las canciones sonaban forzadas, ver como los miembros contemplaban disolver el grupo para siempre, le dolía, le dolía porque sabía que en parte era su culpa.

-- Listo...puedes descansar -- Habló la maquilladora luego de terminar el maquillaje de JiMin.

Hoy tenían la presentación de sus nuevas canciones en el Comeback Show, para ser exactos solo dos canciones, pero rogaba que todo fuera bien, se sentía mucho más nervioso que en un concierto o en unos premios, más que la primera vez que su padre le dejó matar a un desertor.

Una vez JiMin bajó de la silla la chica llamó al más joven de la sala para revisar los últimos detalles, este dio una vuelta absurda con la mirada baja solamente para evitar al rubio, cuando lo normal era que JungKook fuera corriendo a donde JiMin para ver como lo habían maquillado.

Todo se sentía diferente, no le gustaba para nada la situación, pero no podía hacer nada, sus amigos tenían motivos para no acercarse, los entendía perfectamente, entendía todo el miedo e incertidumbre que ellos estarían pasando al convivir con una figura que causaba terror en los noticieros, pero le dolía, JiMin aceptaba que estaba siendo malditamente egoísta al solo pensar en su propio dolor y ansiedad, pero realmente no quería que los chicos lo ignoraran, ellos eran sus amigos, tenían que comprenderlo también.

Caminó en silencio hasta los sillones donde se encontraba Tae jugando con su teléfono, se sentó sin decir nada y notó como el castaño lo miraba de reojo, quizás su mejor amigo, su hermano de otra madre, su fiel compañero no lo iba a ignorar, una sonrisa se formó en sus labios pero lamentablemente no duró mucho, fueron menos de cinco segundos los que pasaron cuando Hoseok llamó la atención de Taehyung haciendo que este se diera cuenta quien estaba a su lado, el castaño dio un saltó y corrió al otro lado de la sala con él pelirrojo rompiendo más aun el corazón del rubio.

--Chicos salen ahora -- Dijo un miembro del staff abriendo la puerta, los chicos salieron seguidos de JiMin unos metros más atrás, los gritos de ARMY se escuchaban fuertes haciendo retumbar el pecho, los micrófonos ya estaban puestos y ajustados, JiMin les rezaba a todos los santos existentes para que nada malo sucediera durante el show, de verdad esperaba que nada se notara, que nadie notara que el grupo se estaba derrumbando, que luego de años juntos todos desconfiaran de él y en cualquier momento sus contratos se rompieran disolviendo el grupo para siempre.

Estaban ya ubicados en el escenario esperando que los camarógrafos estabilizaran todo , JiMin temblaba nervioso y respiraba erráticamente, quería calmarse pero no podía, algo le daba mal augurio, pronto una mano se posó sobre su hombro, al voltearse se encontró a aquel chico de sonrisa tierna y piel pálida que tenía su propio lugar en su mente y corazón, YoonGi le sonrió y bajó su mano tomando indecisa la del rubio, dándole la fuerza que a JiMin le faltaba detrás de aquellas cajas que los separaban de los demás, este le sonrió de vuelta perdiéndose unos segundos en la vista de su hyung, lo amaba, de verdad lo amaba con locura y no quería que nada le pasase.

Mochi ~•YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora