DOS

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Las horas seguían pasando, en tiempo no paraba, sin embargo, la clase de historia no parecía avanzar en lo absoluto, lo que desesperaba a la mayoría de los alumnos en la clase dónde se encontraba Johnny. El castaño en cambio, planificaba una lista completa y detallada de las cosas por las cuales debía pasar necesariamente para poder sentar las bases de su teoría, incluyendo otras no tan esenciales que le servirían a nivel de profundización.

En una primera instancia, y debido a sus desafíos sociales, ya que Johnny era una persona netamente retraída, debía comenzar por una hazaña que no lo sacara tanto de sus casillas, por lo que al enterarse de la fiesta que DoYoung estaba planificando para ese mismo fin de semana, se armó de coraje y se preparó mentalmente para preguntarle al chico si podía presentarse a aquella fiesta. El chico, completamente desconcertado por estar recibiendo palabras por parte de Johnny Seo, el cual se limitaba a mirarlo mal si en algún momento cantaba, solo atinó a asentir con la cabeza levemente y a decir un tembloroso "si, claro", Aunque en realidad la presencia del chico lo intimidaba y dejaba completamente en sus nervios.

En la salida de clases, Seo se dirigió a su amigo Ten para contarle sobre la fiesta, la cual estaba obligado a asistir con él, sin embargo, al llegar hasta el pelinegro lo vio tan entretenido hablando con unos chicos que reconoció de cursos inferiores que decidió esperarlo para irse caminando juntos. Por otra parte se puso a pensar que socializar era algo normal y que debería al menos intentarlo, así que finalmente se acercó a su amigo y los dos jóvenes que se callaron instantáneamente al verlo. Johnny notó la incomodidad de los jóvenes, por lo que se forzó a si mismo a sonreír levemente para alivianar el ambiente.
-Hola- saludó cordialmente a los jóvenes apoyando su mano en el hombro del tailandés, el cual lo miraba atentamente.
-YoungHo Sunbenim- ambos jóvenes gesticularon una respetuosa reverencia hacia el mayor, con el cual ni siquiera tenían la confianza para llamarlo hyung.
El castaño bufó, odiaba tantas formalidades, ¿En serio provocaba tanto miedo en las personas?
-Llámenme Johnny, por favor.- Tanto su amigo como los dos menores lo miraban algo atónitos, pero esos últimos asintieron y en un arrebato de valor contestaron "Si, hyung"
Ya con una sonrisa de mera satisfacción en sus labios continuó hablando.
-De todas formas, vine a buscarte a ti Ten. Resulta que nos invité a la fiesta de DoYoung este sábado, y tienes terminantemente prohibido no acompañarme.
El tailandés que hasta el momento había estado callado y quiero como una piedra se movió incómodamente en su lugar y se aclaró la garganta.
-De acuerdo, iré contigo, pero... Johnny-ssi, ¿te sientes bien?- el castaño asintió y despidiéndose de los más jóvenes con un leve movimiento de cabeza se llevó a su amigo lejos de allí, en dirección a su casa.

Johnny no le había dirigido mas de cinco palabras a los dos menores, pero fue suficiente para hacerlo sentir incómodo y fuera de lugar. Ni siquiera conocía el nombre de estos y se sentía culpable al no haber alargado un poco más la conversación con ellos. Por su parte Ten caminaba en silencio, otorgándole a su amigo más alto algunas miraditas curiosas. Él tailandés siempre había sido capaz de leer la mente de Johnny, en ese mismo momento era capaz de leer las preocupaciones de su amigo escritas en su frente. Mirando al suelo sonrió socarronamente y levantó la vista enfocando su atención en el camino.

-MinHyuk y DongHyuck.

-¿Disculpa?- El castaño estaba demasiado inmerso en sus pensamientos como para unir los puntos y comprender de lo que hablaba su amigo.

-Los chicos, ¿con los que estaba hablando? Se llaman MinHyuk y DongHyuck. El mas joven, es de Jeju, se hace llamar HaeChan. En cuanto al otro, el es de Canadá, su nombre en inglés es Mark.

-Ah- se limitó a decir, pero una pequeña sonrisa atravesó su rostro.




-Espera, ¿Que tu qué?- preguntó Ten mientras se sentaba en la cama del más alto intentando asimilar lo que su amigo le decía.
-Eso que escuchaste- dijo el otro sacando su cuaderno y abriéndolo en la última página que se encontraba escrita - Tenías razón, yo no he vivido nada, no sé de qué trata ser un adolescente, y por eso no puedo formular mi teoría de forma correcta. Por esto ideé una lista de cosas que necesito hacer antes de si quiera sentar las bases de mis ideas- le entregó el cuaderno al tailandés que con ojos abiertos y rápidos leyó la lista sin poder creerlo, incluso ruborizándose con un punto en particular.
-¿Tu... Q-Quieres...?- el chico no paraba de balbucear, no entendía absolutamente nada, esta lista de pasos era la descripción exacta de todo lo que su mejor amigo no era, lo que nunca lo había imaginado hacer. El castaño se sentó a su lado y ojeó que había enloquecido tanto a su amigo.

-¿Que si quiero que suspendan del colegio o si quiero besar a un chico?- preguntó el castaño inocentemente y miró a su amigo que lo miraba con los ojos muy abiertos.- Como querer no diría que quiero nada de esta lista, sin embargo, con el fin de llegar a tener ideas mas claras estoy más que dispuesto a hacer todas las cosas en están escritas.- Los ojos del pelinegro bajaron por la lista, examinándola y viendo que se repetían los mismos puntos de experimentación tanto en mujeres como en hombres y eso lo puso a sudar ¿tanto había afectado al castaño con sus palabras más temprano?
-Te has vuelto irremediablemente loco, Johnny Seo.

-¿Por qué? Tu mismo me dijiste que tenía que experimentar.
-Si, experimentar algunas cosas, como no lo sé, tener una cita, ir a una fiesta... Pero nunca esperé que terminaras con una lista cuyo paso numero 12 es tener relaciones sexuales con un chico, porque tú ni siquiera eres gay pero escribes estas cosas solo para "aumentar tu conocimiento" y eso me resulta tan retorcido. ¿Y si te confundes? ¿Y si te usan? ¿Y si la otra persona siente cosas por ti pero tu solo la estabas usando? Johnny, ¿que es todo esto?
-es la única solución que te go, Ten. Yo se que no me entiendes, no te pido que me entiendas. Pero por favor, necesito que me apoyes, ¿si? Esto es de verdad importante para mi.
Ten lo miraba, miraba como su mejor amigo se ablandaba completamente frente a él porque de verdad sentía el deber de hacer todo eso. Ten recordó a un niño asustado llorando con miedo a que sus padres lo odiasen y todos lo rechazaran, completamente destrozado. También recordó al joven que fue a calmarlo en ese momento y que lo apoyó en cualquier circunstancia que al menor se le planteara. El mismo joven que lo ayudó a confesarse con sus padres, que estuvo ahí por si necesitaba que alguien lo defendiera en el instituto y que juntó los pedazos rotos de su corazón en los restos de su primer amor juvenil. ¿Cómo no iba a apoyarlo a él que siempre lo defendió? Claro que no estaba de acuerdo, pero el amor que sentía con respecto al de cabellos castaños era tan grande que haría cualquier cosa por él.
Tomo aire y suspiró asintiendo con la cabeza y el castaño sonrió. Cuando este se paró a abrazarlo Ten Rodeó sus brazos en su cintura y estampó su cara en su pecho. Él haría cualquier cosa por su mejor amigo, cualquier cosa.
Ten llevó sus manos a la cara de Johnny y se puso en puntitas, acercándose peligrosamente a éste y plantó un suave beso en sus labios. Johnny estaba completamente estático y no supo como reaccionar, por lo que solo cerró los ojos pesadamente y dejó que el mas joven lo besara.
Ten se separó de Johnny y se limpió los rastros húmedos de los labios.
-Con eso... Ya tienes tu punto cuatro. No quería arriesgarme a que vayas por ahí rompiendo corazones.
Le guiñó un ojo de manera divertida y se dispuso a salir de la habitación- Te veo mañana Seo.

LA TEORÍA DE YOUNHO SEO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora