LA TEORÍA DE YOUNHO SEO

VEINTIDOS

La película había dejado de tener importancia alguna. ¿Seguía rodando siquiera? No se sabía con exactitud cuando ambos chicos se habían acercado tanto. Johnny tenía el brazo apoyado en el cabezal del sillón y apoyaba su cabeza en su mano, mientras con el brazo libre acariciaba suavemente el rostro de Jun quien, con los ojos cerrados, se encontraba en las nubes. ¿Era normal que un solo toque provocara tantos sentimientos en su interior? No lo sabía, y tampoco le importaba.

Jun llevó su mano al encuentro de la de Johnny, aumentando el roce que él otorgaba en su mejilla.

-Junnie...- Su voz era ronca y suave, hasta venía cargada con algo de pena. El menor abrió los ojos y notó como los del castaño brillaban en la oscuridad- No quiero hacerte daño...- Y eso fue como una cruel y dura bofetada para el rubio. Él no lo quería, no de esa forma en la que Jun lo quería a él, ¿Es eso lo que intentaba decirlo? En ese punto, la voz del menor salió rota.

-No me importa... Te quiero- ¿De dónde había sacado el valor para decirle esas palabras?

-Junnie...-Pero fue mandado a callar. Con desesperación el menor se apoyó en sus rodillas e inclinándose tomó la cara del castaño, plantando un suave beso en los labios de este. Johnny estaba estático, y Jun solo contenía las lágrimas en ese momento. Con los pulgares repartía pequeñas caricias en la cara del mayor.

Cuando el americano volvió en sí, solo atinó a llevar sus manos a la cintura del rubio, acercándolo un poco más a él. Jun sonrió en sus labios y ladeó su cara para darle mayor intensidad al beso. Estaba pasando.

Se separaron un instante por aire, pero ninguno se atrevió a abrir los ojos por miedo a que la atmósfera se rompiera.

-Úsame, no me importa- Suplicó, con la voz quebrada mientras una pequeña lágrima caía por su mejilla. Volvió a besarlo, esta vez con más necesidad. Lo deseaba, quería tenerlo más cerca, nada parecía suficiente en esos instantes.

Johnny estaba frustrado al no tener el control de la situación, así que gruñendo y con brusquedad, acomodó al menor en su regazo, obligándolo a poner sus piernas a cada uno de sus costados. Y lo acercó más. Lo acercó con desesperación, y entrelazó sus brazos en su cintura.

Jun se limitó a reprimir un jadeo ante el cambio de roles y pasó sus largos dedos por los cabellos en la nuca del americano, tirando de ellos eventualmente, provocando casi inaudibles gemidos del mayor. Sintió como Seo mordió su labio inferior y quiso gritar del placer. La lengua del mayor delineaba con cuidado los labios de Wen, pidiendo permiso para entrar. Tuvieron fácil acceso, era algo que Jun no tenía ganas de negar.

El beso iba subiendo de intensidad, el ambiente se iba calentando, y todas las emociones que ambos jóvenes habían vivido últimamente se entreveraban creando una atmósfera de pasión, necesidad y deseo. Johnny estuvo a punto de deslizar sus manos por debajo de la estorbosa camiseta del menor, pero se vio interrumpido cuando el timbre de la casa se hizo presente. Jun maldijo, pero se repuso de inmediato.

-Si lo ignoramos se irá, no debe ser nada importante- Volvió a besarlo suavemente, pero sintió como Johnny aflojaba su agarre unos segundos después, gruñendo con frustración.

-Tu teléfono...- soltó con brusquedad mirando a un costado.

-¿Qué dices?- En ese momento Jun se percató de que su teléfono estaba sonando, pero no atendió. El timbre volvió a sonar y quiso tener un arma para dispararle a quién estuviera del otro lado de la puerta.

Con agilidad, pero con una molestia increíble, Jun se bajó del regazo del castaño y se arregló la ropa y el cabello. Observó al mayor, quién se veía igual de molesto que él. ¿Pero quién venía a tocar a la puerta en un momento tan inoportuno? Resignado se dirigió a la puerta y la abrió con brusquedad. Se tensó enormemente al ver al chico parado en su puerta con ambas manos en los bolsillos.

-Minnie...¿Qué haces aquí?- Dijo bloqueándole la entrada cuando este intentó pasar. MingHao frunció el ceño y borró la sonrisa en su rostro. Examinó al chico frente a él, viéndolo despeinado, desaliñado y con los labios hinchados y rojos y se sonrojó.

-Yo venía a... ¿Hyung, interrumpo algo?

-No, no. Para nada. Yo ya me iba- apareció Johnny detrás del rubio y le dedicó una apenada mirada al menor- Nos vemos luego. Jun, te veré el martes para la próxima clase, como acordamos antes, ¿Si?- Este asintió efusivamente, completamente decepcionado al ver al castaño alejarse apresuradamente y miró a su amigo molesto.

MingHao lo ignoró y clavó la vista en el americano, quies se alejaba a pasos apresurados. Estaba atónito, con los ojos y la boca muy abiertos y sintió el repentino deseo de dar saltitos de felicidad y llamar al tailandés para contarle lo que acababa de ocurrir. Pero se contuvo.

-¡YAH! ¿Que te he dicho de venir sin avisar? Acaso no sabes que...

-¡OH.POR.DIOS! ¡HYUNG! ¿QUE ACABA DE PASAR?- le gritó con una sonrisa traviesa en su rostro.

-¡ACABA DE PASAR QUE ME ARRUINASTE EL MEJOR DÍA DE MI VIDA!- Dijo molesto entrando a la casa, pero dejando la puerta abierta para que el menor lo siguiera dentro.

-Lo siento, lo siento... Pero cundo hablé con Ten, él y Johnny Hyung estaban juntos y pensé que así lo estarían el resto del día... ¡Además nunca me dijiste que tenías una cita con Johnny Seo!

-¡No era una cita! Me ayudaba a estudiar física.

-Si, veo que estudiaban física. Dime, a Johnny hyung le gusta la enseñanza práctica más que la teórica, ¿verdad?- rió y se llevó un golpe en el hombro por parte del mayor.

-¡YAH! Lo menos que puedes hacer ahora es traerme un jugo, vete.

-Ya, hyung. Enseguida te lo traigo- Dijo aún divertido con la situación- pero tu tienes ciertos detalles que darme, ¿entendido?- le guiñó un ojo y desapareció en la cocina.

                                         ...
OmG

Quiero aclarar que en esta novela no estoy shippeando las parejas que me gustan, simplemente hice una mezcla y así salió todo. Más bien... No shippeo a casi nadie, pero no lo se, así se dio.

Nuevo personaje coming soon.