DIEZ

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Sentado a un lado del pasillo de la escuela Johnny observaba pasar a las personas y tomaba apunte de diferentes comportamientos. Se sentía tan abrumado por la cantidad de factores que influían en la vida de una persona que consideró seriamente renunciar a la dichosa teoría. Sin embargo se regañó mentalmente porque apenas si había realizado dos de los puntos de su lista ¿Como pensaba comprender la complejidad de la adolescencia si no avanzaba con su experimentación?

Pensó en Somin y esbozó una extraña sonrisa.  Recordaba haberla visto el día después de la fiesta en los pasillos y que no le había parecido ni la mitad de extraordinaria que aquella vez en la pista de baile. De todas formas se había dignado a hablar con ella pero fue en vano. Si existía algún tipo de atracción de parte de Johnny por ella se había desvanecido en cuanto la muchacha recuperó su sobriedad. Todo tipo de encanto se esfumó al verla, incluso cuando esta le sonrió e intentó aplicar cada técnica de seducción que conocía. Johnny no estaba interesado en lo absoluto, y eso decepcionó a ambos.

Su mente divagó hasta llegar a Ten, a la forma en la cual prácticamente se le arrojó encima a ese pobre chico. Se sintió extraño. Recordó los ojos de Jun estando completamente aterrado del tailandés, pidiendo rescate silenciosamente. Se le vino a la mente el beso con Ten. Si, el pelinegro podía ser un tanto impulsivo y hasta algo dominante en ocasiones, pero era una gran persona con un corazón de oro y Johnny sabía lo mal que se sentía con respecto al asunto de Jun.

Recorrió las páginas de su cuaderno para encontrar la dichosa lista y la revisó rápidamente. Cuando la escribió estaba completamente fuera de sus cabales, lo reconocía. "Hacer un trío" era algo que hasta empezar con todo este tema de vivir la vida nunca se le había cruzado por la cabeza. Sintió náuseas al leer la lista, por lo que en un arrebato de valentía la arrancó, hizo un bollo y lo arrojó en dirección al basurero. Al asegurarse de haber acertado el tiro, cerró su cuaderno fuertemente, lo guardó en su mochila y se retiró del lugar a paso veloz.

Ya volvería a escribir la lista en otro momento.

                                       ⚜

Jun observó a Johnny alejarse del lugar a pasos largos y sintió curiosidad por saber qué era aquello que lo había asqueado tanto. Miró a los lados antes de acercarse al bote de basura y tomar el bollo de papel que estaba en la superficie del tacho. Para asegurarse de que no levantar sospechas no la leyó en ese lugar, simplemente la guardó en su bolsillo y se alejó del lugar para buscar un sitio más privado.

  Entró a un aula que se encontraba vacía y se aseguró de que nadie lo haya visto antes de sacar la bola de papel y desdoblarla.

«Lista de quehaceres para formular mi teoría»

  El título llamó la atención del muchacho y frunció el ceño.

1- Ir a una fiesta ✔️
2- Ampliar mi círculo social (En proceso).
3- Beber alcohol ✔️
4- Experimentar mi primera borrachera.
5- Bailar con una chica ✔️
6- Bailar con un chico ✔️

A Jun le pareció adorable todo con respecto a Johnny, pero aseguraba haberse enamorado de él un poquito más al haber leído tales cosas. Cosas que el mismo castaño había escrito. Pensó en como se ofreció ayudarlo con física y se preguntó si intentaba incluirlo en su círculo social. Mil mariposas revolotearon en su estómago y no pudo reprimir una pequeña risita antes de continuar leyendo.

7- Besar a una chica.

Juró que las mariposas se desvanecieron y un nudo se formó en la boca de su estómago. Quiso gritar, pero no tanto debido al punto numero siete, más bien debido al punto siguiente... Y al notar que estaba tildado.

8- Besar a un chico ✔️

Se sintió impotente ¿Cómo debía sentirse? Por un lado completamente dolido, aunque no tenía el derecho de sentirse así, al fin y al cabo él y Johnny Seo no eran absolutamente nada. ¿Esperanzado entonces? No... ¿Y si había sido algo de una sola vez? Completamente perturbado dobló la hoja sin terminar de leerla y salió del salón.

Caminaba a paso veloz por los pasillos intentando llegar a clases, pero estaba tan abrumado que apenas recordaba el camino a clases. Siguió caminando pero se encontró a si mismo en dirección a los baños. Ni siquiera se preocupó cuando oyó el timbre que indicaba el inicio de la siguiente clase. Entró al baño bruscamente y se miró en el espejo, estaba pálido y sudaba frío.

Jun abrió el grifo y observó correr el agua por unos segundos, absorto en sus pensamientos. Pensamientos de los cuales intentaba huir. Con sus manos hizo un cuenco llenándolas de agua y acto seguido se lavó la cara.

No podía evitar que su mente viajara a ciertos lugares, por más que intentara evitarlo. Porque si Johnny había besado a un chico, entonces ¿Qué otra pregunta podría hacerse?

¿Quién había besado a Johnny Seo?


-De acuerdo clase, empecemos con la lección de hoy...- Comenzó la profesora Kim tras cerrar la puerta del salón.

-Si... ¿Pero dónde esta Jun?- Johnny escuchó a JiHoon susurrar detrás de él y disimuladamente volteó la cabeza para comprobar que, efectivamente, Jun no se encontraba allí. Frunció el ceño. Podría haber jurado haberlo visto en el recreo y parecía estar bien.

Decidió ignorar los hechos y se concentró en la profesora Kim quien escribía algunos apuntes esenciales en el pizarrón. Johnny comenzó a tomar nota mientras escuchaba a la profesora proseguir con su aburrida clase.

Pasaron unos cuantos minutos y se escucharon unos suaves golpes en la puerta, la profesora algo sorprendida la abrió con un ceño fruncido. Toda la escena había llamado la atención de la clase entera, incluyendo al castaño americano.

-Señor Wen, ¿Puedo preguntar que hace fuera de clase?- comenzó a regañarlo la señora Kim. Johnny le echó un vistazo al muchacho parado en la puerta, se veía terrible. Estaba pálido y tenía los labios secos. Parecía que iba a desvanecerse en cualquier instante.

-Disculpe Señora Kim, me sentía indispuesto y tuve que ir al baño de emergencia, ¿Puedo pasar?- La mujer quedó en silencio unos segundos examinando al joven. Su expresión se suavizó un poco.

-Debido a que es su primera llegada tarde se lo perdonaré esta vez, Wen. Que no vuelva a ocurrir- El chico asintió y cabizbajo se abrió paso hasta su asiento. Evitó la mirada de todos y se limitó a sacar sus cosas de su mochila y a prestar atención a la clase.

LA TEORÍA DE YOUNHO SEO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora