VEINTICUATRO

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-Si, bebé... ¡Te digo que sí!... Aha... Si...- El tailandés respondía su teléfono sin notar la mirada curiosa que se posaba sobre él- Si, me quedaré con los chicos... No, no te preocupes, cariño... Estaré bien. Si, claro... Adiós amor.

Colgó la llamada y se sobresalta al mirar al chico que lo veía divertido y con una pizca de malicia en sus ojos.

-¿Tu novio?- Preguntó WonHo recostando su peso en una de las columnas del pasillo, a escasa distancia del tailandés.

-¿Te importa?- Contestó con frialdad e intentó esquivarlo, pero el mayor lo tomó de la muñeca. Debido a la cantidad de gente que había en los pasillos, sabía que no se atrevería a hacerle nada, sobretodo teniendo en cuenta la popularidad que poseía el más joven. Pero eso no evitó que el cuerpo de Ten se estremeciera por una mezcla de odio y miedo.
- ¿Sabes? Soy mayor que tú, deberías usar los honoríficos conmigo y llamarme Hyung... O tal vez te sientas más cómodo diciéndome Oppa, tu elige- Le guiñó un ojo, pero no había nada de coqueteo en su forma de hablar, más bien derrochaba odio, y un toque de algo que Ten no supo identificar.

-¿Por qué no mejor me sueltas y yo te llamo nada, imbécil?- Se soltó de su agarre y comenzó a caminar, pero la molesta presencia de WonHo seguía allí. A su lado. haciéndole notar lo desprotegido que se encontraba.

-Uhh... La gatita tiene garras. Que sexy- Seguía provocando al pelinegro- Es bueno que las tengas, pues tu noviecito no está aquí para defenderte, ¿O si?

-Si, bueno... Te hiciste cargo de ello, ¿No es verdad?- El mayor rió divertido con la defensiva del extranjero, y en un arrebato de fuerza y agilidad tomó al chico por la muñeca y se las ingenió para meterlo en un salón vacío, dónde con brusquedad lo estampó contra una pared. Posicionó una de sus manos a la altura de la cabeza de Ten, acorralándolo. Sus caras estaban muy cerca y ambos se observaban con odio- ¡¿Que diablos te pasa?! ¡Déjame!- intentó zafarse, pero solo logró que lo estampara nuevamente, pero con más fuerza.

-Yo que tú hago lo que le prometiste a tu querido Johnny por teléfono hace unos momentos. Cuida tu espalda, porque cuando menos te lo esperes, serás hombre muerto.

-¿Cuál es tu problema conmigo? Madura de una vez, la homofobia pasó de moda, idiota.

-Cierra la boca, y no intentes ponerte a mi altura. No eres nada más que una insignificante...- Ten rodó los ojos. Había escuchado ese mismo discurso tantas veces que había perdido la cuenta. Con molestia y brutalidad tomó la cara del mayor entre sus manos y le estampó un beso. Uno vacío, duro, lleno de odio y frialdad. El de cabello blanco intentó separarse, pero Ten pudo retenerlo. Con rabia mordió el labio inferior del contrario y lo soltó de golpe -¿¡Pero que...!?

-Ahora escúchame bien, basura- lo señaló con el dedo- Es mejor que dejes de meterte conmigo, ¿está bien? - escupió- Si te atreves a tocarme, o a mis amigos... Lamentarás el día que naciste, ¿Está claro? Ahora estas sucio, ya no eres puro, estamos al mismo nivel- Sus ojos centelleaban y sacaban chispas- Mas bien, olvídalo... Has caído demasiado bajo, como para estar a mi nivel. ¿Cómo reaccionaran tus amiguitos al saber de tu inoportuno beso? ¿Eh?

-¿Eso es una amenaza?- El asco llenaban sus palabras mientras limpiaba sus labios con el dorso de su mano. No por la sangre, pero porque de repente se sentía violentamente violado- Te arrepentirás de haber puesto tus estúpidos labios sobre mi, marica.

- Ay, cariño...- Rió sarcástico- deberías limpiarte esa herida antes de que se infecte... A nadie le gusta besar labios rotos- Esta vez fue Ten quien le guiñó el ojo y salió del lugar. Fue él quien se quedó con la última palabra. Y Fue WonHo quin se quedó con el ceño fruncido, con un gran odio que lo llenara. Se sentía genial.

                                           ⚜

-¿QUE HICISTE QUÉ?- El tailandés se encogió de hombros con poco interés llevándose un chicle de menta a la boca. Mientras tanto Jun y MingHao tenían los ojos bien abiertos y la boca caída formando una enorme O.

-Lo que escucharon.

-Hombre, sabía que eras algo extremista, pero no que tenías tendencias suicidas- exclamó Jun. Johnny aún no había llegado a recogerlo como prometió que haría, por lo que decidió ocupar su tiempo contándole a ambos jóvenes de su poco placentero encuentro con el líder de los matones.

-Hyung, si sabes que Johnny y yo no estaremos para defenderlos en toda la semana, ¿verdad?

-Minnie, no te preocupes por mi...

-¡No me preocupo por ti! ¿Qué pasa si van tras Jun Hyung?

El tailandés rodó los ojos.

-¿No son como un ejército de trece super amigos? Alguno de ellos va a defenderlo.

-Suponiendo que tienes razón y que no tengo por amigos a un grupo de idiotas incompetentes...- Jun lo miró mal- No me refiero a ti, y lo digo en el mejor de los sentidos- aclaró- ¿Que hay de ti?

-Meh, ya se me ocurrirá algo...- Levantó la cabeza revisando la multitud de adolescentes que salían alborotadamente de la institución y sonrió alegremente- ¡JHONNY-SSI! -Comenzó a hacer señas. Notó como el rubio se tensaba después de haber escuchado el nombre y reprimió una risilla- Johnny-ssi, te has tardado mucho- dijo una vez que el castaño llego a su lado.

-Lo siento, me quedé dormido- posó su mirada en MingHao y luego en Jun, y la dejó ahí. Y la dejó ahí... Y no la movió... Y frunció el ceño al ver que el muchacho ni siquiera se había dignado a mirarlo... ¡Ni por un pequeño instante!- Hola... - Dijo finalmente obligándolo a levantar la mirada.

-H-Hola...- Ming revoleó los ojos al notar la actitud de su mejor amigo y decidió intervenir.

-¿Sabes Hyung? Lo había olvidado por completo, tengo que llevar a Ten Hyung al parque, es muy urgente. Johnny, lo lamento, creo que él también se ha olvidado de decirte nuestros planes ¿No es así Tennie?- el tailandés que lo miraba confundido asintió levemente la cabeza, con poco convencimiento.

-Si... Este. Lo siento... Te hice venir hasta aquí... Y no me gustaría que volvieras solo...- Comenzó a decir- ¡Ya se! Puedes irte con Jun, si, eso estará bien. Nos vemos, adiós- Tomó del brazo a Ming y se lo llevó lejos de ahí... En dirección contraria al parque. Genio.

Jun no sabía si reír por la estupidez de los dos chicos, si huir de la incómoda atmósfera que estar cerca de Seo le provocaba o si llorar porque Ten probablemente había enfurecido a WonHo. ¿Debería contarle a Johnny lo que su Hyung les había confesado hace unos instantes acerca de su enfrentamiento? No, mejor no.

-Así que...- El castaño fue el primero en hablar- Te acompaño a tu casa- Dijo y se puso en marcha.

-¿Qué? No Hyung, no hace falta...

-No te pregunté. Vamos- El menor resopló y apretó el paso para llegar al lado de Seo- Buen chico.










Ups...

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