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1. Una oportunidad

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Selena Gómez y Justin Bieber, ¿juntos de nuevo?
La ex pareja ha sido vista en Los Ángeles paseando en bicicleta mientras intercambiaban risas y numerosos gestos de cariño.

Desde el pasado fin de semana han surgido varios rumores sobre la posible relación que habrían recomenzado Selena Gómez y Justin Bieber. El domingo los vieron desayunar en una cafetería de Los Ángeles en Estados Unidos, y este miércoles fueron sorprendidos por paparazzis dando un paseo en bicicleta...

¡Paulina! —Escucho un grito fuerte en mi oído.

Aparto la vista de la pantalla de la computadora y veo a mi lado a Diana, sonríe mientras lee lo que acabo de escribir, arrastra su silla y se sienta a mi lado, demasiado cerca para mi gusto.

—Pensé que ya habías terminado —dice después de darle un pequeño sorbo a la taza de café que sostiene entre sus manos.

—Sergio está histérico, tenía que corregir todo antes de las diez. —La escucho y veo por instinto el reloj, diez menos quince, aún tengo tiempo.

—Gracias Dianis —respondo sonriendo.

Le doy la espalda y mis manos se mueven más rápido sobre el teclado, intento concentrarme pero me es difícil con ella casi tras de mí, leyendo cada cosa que tecleo.

Nueve cincuenta, diez minutos, repite mi mente. Con fastidio termino la nota que me han asignado a escribir, leo dos veces todo lo que he escrito

—No lo firmaste —me advierte antes de que lo envíe.

Sonrío, no sé qué haría sin Diana, a veces soy distraída y que sea tan metiche trae algo bueno, al menos para mí.

—Paulina U. Listo. —Sonrío después de teclear mi nombre.

Envío el correo y sin saber si está enviado, me apresuro por llegar a la oficina de Sergio Burstein, el corrector y editor de la sección de espectáculos del periódico Hoy Los Ángeles.

—Puedes pasar —grita al ver mi cabeza asomándose a su puerta.

Con una sonrisa en los labios me siento frente a él. Lee en voz alta la nota que le acabo de enviar, como de costumbre, no hay expresión en él, no sé si está bien o mal, pero ¡qué más da! Nadie toma en serio la sección de espectáculos, ni siquiera yo misma.

—Todo bien, puedes irte —dice al fin sin verme.

Antes de cruzar la puerta le regalo una sonrisa que medio corresponde y salgo lo más rápido del sitio. Sergio fue mi jefe mientras hice pasantías aquí el verano pasado.

Estricto, callado y muy profesional, hizo de mi verano casi una pesadilla pero al menos aprendí mucho más trabajando a su lado, corrigiendo cada artículo que se publica en este periódico hasta altas horas de la noche.

Mientras camino hacia mi escritorio mi teléfono suena, es un mensaje de mamá.

Mañana es el cumpleaños de tu abuela no olvides llamarla, cuídate terremoto.

Río al leerlo y guardo el teléfono dentro de mi bolso, puedo imaginar la cara de mi madre mientras escribía el mensaje y eso me hace extrañarla más.

Hace exactamente cinco años atrás deje mi país, mi hogar y el calor único que recibía de mi alocada familia, sin tener hermanos con quienes pelear la atención de mis papás, crecí muy cercana a ellos y tal vez por eso me costó un poco de trabajo adaptarme a mi nueva vida de universitaria.

Crecí escuchando que no había nada que me propusiera que no pudiera hacer, mis padres me alentaban a que cumpliera cada cosa que me proponía, tenían una manera singular de ver la vida y su loca filosofía es la que sigo desde siempre... Soñando con ser una respetada periodista de investigación me inscribí en UCLA, esos años locos, si que los disfruté.

Sin LímitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora