Sin Límites

12. La culpa

—¡Mi vida es una mierda! —grita Emma por séptima vez.

—No, la mía lo es. —El murmuro de Alexis me sobresalta.

Mierda, aún mi cuerpo tiembla, lo veo de reojo y se sienta en la cama.

Emma sigue en la puerta, llorando como una María Magdalena. Intento calmarme pero nunca había sentido tanto enojo en mi vida, escucho sus tacones sonar sobre el piso, con una mano, Alex me alcanza una sábana y con la otra sigue subiendo sus pantalones.

Me cubro a como puedo, antes de que Emma se me lance encima.

—Lo odio, Pau, lo odio, es mi cumpleaños, mi maldito cumpleaños y él...

Habla pero no puedo escucharla, con el rabillo del ojo, veo como Alexis sube por completo su pantalón, busca su camisa sobre el piso y yo suspiro frustrada.

—No te imaginas lo que me hizo, estábamos juntos, bailando y... —Se queda callada para sorber su nariz.

Ladeo el rostro para ver a Alex, ya está vestido y pasa las manos por su pelo, amarra sus zapatos sentado sobre mi cama, mientras Emma sigue llorando.

—Emma, habla, por favor. —La obligo a que levante la cabeza de mi hombro y ella limpia sus lágrimas.

—¿Quieres agua o algo? —pregunta Alex, Emma se sobresalta al oír su voz y asiente rápido, suspiro cuando lo veo salir con pasos lentos.

—Bailábamos juntos, me besó, lo besé y de repente me dejó bailando sola para irse con otra. —De nuevo el llanto la enmudecía—. Ni siquiera me hizo caso cuando lo llamé, me ignoró, pero eso no es lo peor, cuando me acerqué... Ay, Pau, ¿por qué me pasa esto a mí? —lloró una vez más.

—Porque tu se lo permites, eres una tonta Emma, ese tipo solo te quiere como su entretenimiento y cuando encuentra a otra, te bota —grito harta, sé que soy cruel, pero ella necesita que le abran los ojos.

—¡No me digas eso! —me exige llorando.

—Toma agua y no llores más —dice Alexis llegando a la habitación, extiende un vaso de agua a ella que lo toma y bebe su contenido de golpe.

Se sienta a mi lado en la cama y me ve.

—¿Estás bien? —me pregunta, asiento y Emma nos mira a ambos.

—Te digo la verdad, ese tipo no quiere nada serio, deja de ilusionarte y de llorar por él. —Sigo intentando que entre en razón.

—Es que no puedo, no puedo —repite llorando.

Abre sus brazos y nos abraza a ambos, llora sin soltarnos y ninguno de los dos hacemos algo por alejarla.

—Esperen —dice alejando sus brazos de los dos—. Ustedes estaban desnudos... ¡Carajo! ¿Estaban haciéndolo?

Toso incomoda y siento como mis mejillas arden repentinamente, Alexis solo sonríe viendo hacia el piso y ella no nos deja de observar a ambos.

Pareciera que el alcohol abandonó su cuerpo, o tiene un pequeño lapso de conciencia, se pone de pie y yo me cubro más con la sábana.

—Creo que las dejo solas para que hablen —anuncia Alex poniéndose de pie, arregla mejor su camisa y nos ve a ambas que estamos como idiotas contemplándolo.

—Yo lo siento, en s...

—Emma, ¿me permites decirte algo? —pregunta Alexis interrumpiéndola, ella asiente y el suspira antes de hablar—. No conozco a ese tipo, pero no necesito hacerlo para decirte esto: no le importas, no está interesado en ti de la misma forma en la que tú estás interesada en él.