Piernas ➳ y.m |

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"Mañanas significativas"

Jimin despertó en sábanas suaves con una almohada de olor a madera y vainilla. Estaba mareado, su cabeza dolía mucho y estaba muy confundido, a decir verdad. Comenzó a estirarse, limpiándose los ojos solo para alzar la cabeza y ver unos labios rojos justo frente a su cara. Mientras el pánico comenzaba a crecer, su corazón a acelerarse y sus manos a temblar, recordó.

Muchas bebidas.

Un bar con Taehyung.

Muchas ganas de ver a Min Yoongi.

Besos.

Fue entonces cuando cayó en cuenta de la estresante, vergonzosa y encantadora situación.

Había besado a Min Yoongi.

Lo había besado en los labios y no solo una vez, por lo que podía recordar lo había besado unas tres o cuatro veces. Se volteó hasta casi caer de la cama e intentó levantarse sin hacer mucho ruido, enseguida siendo consciente de la muy afilada mirada de alguien en su nuca.

—Buenos días, pequeño—Yoongi dijo tras el, resultando en un ronco susurro burlón.

Lo encaró, apretando sus puños y rezando para que por el amor de todos los ángeles a su acompañante no se le ocurriera hablar de los besos que habían compartido la noche anterior. Mientras pensaba se fijó en el pecho desnudo completamente pálido de Suga, sus brazos se veían fuertes, sus venas resaltan por sobre la piel y aunque cerró sus ojos se sintió observado cuando siguió bajando la mirada hasta las piernas del chico junto a el. Pálido, terso, como un muñeco de porcelana. Finalmente saliendo del trance recordó con añoro.

Se había sentado en esas piernas.

Y más que sentarse, había montado a Yoongi como una puta sin su consentimiento y lo había besado también.

Se aprovechó de un lisiado, por el amor de Dios.

Pensó por varios segundos el huir, dejar las palabras al aire y correr hasta la puerta que ya conocía para no volver jamás porque probablemente iba a morir de vergüenza en cualquier momento. Todo su plan iba de maravilla hasta que hizo un ademán de levantarse y sintió el frío aire contra sus desnudas piernas.

¿Por qué desnudas? recordaba haber usado un pantalón la noche anterior. Pero claro, el ya no tenía esa ropa puesta. Ahora usaba un suéter que estaba completamente seguro de que pertenecía a Yoongi. No tenía su ropa puesta. Lo habían visto desnudo.

—Me cambiaste de ropa—preguntó, sonando más como una afirmación.

—Lo hice, con muchísimo esfuerzo—rió socarronamente ladeando un poco la cabeza, enderezándose.

—Debió hacerse muy difícil para ti, lo lamento mucho—intentó excusarse Jimin con las manos en la cara., pretendiendo que no se sentía morir al imaginarse dicho escenario.

—Nah—respondió el pelinegro con una mueca de aburrimiento.—Lo único difícil fue intentar que dejaras de besarme, mochi—canturreó antes de carcajearse ante la diversión que le provocó la expresión de pánico que puso el susodicho al recibir tal noticia. Pero pronto acabó la carcajada al notar un golpe seco en el piso y la mirada apenada de Jimin mientras se arrodillaba frente a el.

—¡Perdóname, me aproveché de mis encantos para seducirte y besarte y subirme sobre ti y no recuerdo que más te hice pero estoy muy avergonzado así que si tu si sabes no me lo digas!—gritó de la manera más rápida en la que Yoongi lo había escuchado hablar jamás, así que volvió a reírse hasta que sintió su cara arder y el aire abandonar sus pulmones.